En nuestro día a día en Clash Royale estamos acostumbrados a victorias ajustadas. Partidas que se decantar por la ventaja de elixir en los últimos segundos, lanzando una carta o unidad antes que nuestro oponente pueda defenderse, o carreras de torres que se deciden por muy poco.
Pero cuando hablamos de décimas o centésimas de segundo de diferencia, las victorias cobran otro sentido mucho más placentero para el que gana, y mucho más sufrido para un perdedor que a buen seguro se va al menú tilteado y muy frustrado, momento en el que es mejor no echar una nueva partida, pues esos nervios suelen pasar factura hacia una nueva derrota.
Y eso fue lo que le pasó, con final feliz para ella, a esta usuaria de reddit que compartió la que posiblemente sea la victoria más ajustada de toda su vida en Clash Royale, y de las que más en términos generales de las que hemos podido ver como espectadores. Todo un lujo de jugada en más de un sentido.
Llegados al tiempo extra, las primeras torres se encontraban a 663 y 420 puntos de vida respectivamente. Es decir, que un mínimo asedio significaría el final para cualquiera de los dos. El rival parecía tenerlo en su mano tras lanzar una Bola de Fuego y un Tronco, que dejaban la torre a 30 puntos de vida. Estaba hecho.
O más bien no. Porque en el ciclado de cartas, la jugadora azul había aprovechado para disponer de ventaja de tropas sobre la arena, pues pese a una buena defensa, una Bandida y un Duende Lanzadardos cruzaban el puente. El Caballero rival estuvo apunto de acabar con la Bandida, que se quedaba a unos 50 puntos de vida, sobreviviendo para embestir a la torre apenas unas centésimas de segundo antes de que otra Bola de Fuego impactase en la torre propia, sellando la victoria cuando todo olía a derrota.
Para colmo el rival, que se creía ya vencedor, lanzaba un emote que bien se tuvo que tragar. Y es que no está bien celebrar nada antes de tiempo, pues el que ríe último, ríe mejor.