La economía de Brawl Stars es un absoluto misterio para muchos de sus usuarios, especialmente en elementos tan concretos que no son tan del día a día como simplemente abrir cajas o comprar algunos poquitos puntos de fuerza mediante monedas de oro o monedas de club.
Es por ello que cuando salen ofertas especiales, a muchos les resultan confusas por no entender cómo es posible que una simple skin valga 5€, o como es este reciente caso, que un gadget tenga un valor de 119 gemas. Lo que ha levantado algo de revuelo en redes sociales por tener un precio desmesurado.
Algo que parece totalmente fuera de lugar cuando todo un Brawl Pass cuesta 169 gemas. Lo que nos garantiza un enorme número de cajas donde se pueden conseguir numerosos gadgets, estelares, monedas, duplicadores, puntos de fuerza... además de skins, brawlers... ¿Quién en su sano juicio pagaría 119 gemas por un gadget, cuando en monedas solo nos cuesta 1000 o podemos conseguirlo gratis en apertura de cajas?
Pero lo cierto es que, lejos de un bug, es su precio natural en el mercado de monedas de Brawl Stars. Algo que es así desde el lanzamiento del juego, con ligeros ajustes de cara al lanzamiento global a finales de 2019. Pues no tenemos más que ir a la tienda y ver que, efectivamente, si queremos comprarlas, 1200 monedas tiene un coste de 140 gemas.
How's this surprising, though?
It's been always the exchange rate. I mean, it's even pretty apparent from the shop in the back. You can ofc disagree with the pricing, but I don't understand the apparent surprise. 🤷♂️ pic.twitter.com/ozF52J9KQm
— Frank™ (FS7N) (@Frank_Supercell) June 22, 2022
Hay usuarios que cuando ven casos como este ven que su precio es exagerado, pero lo cierto es que es un bloqueo natural al pay to win, ya que si las monedas costasen mucho más baratas, como pueden pedir algunos, sería muy sencillo maxear a todos nuestros brawlers comprando puntos de fuerza.
Con esta medida, se aseguran en gran medida que las monedas solo las ganemos con nuestro progreso. Diferente es lo confuso que sí que es encontrarnos con una oferta para comprar un gadget pagando su elevado, y natural, coste de gemas.