El lío de píxeles de los guardias enloquecidos en Clash Royale
El mayor truco de magia visto en la arena de Clash Royale está muy lejos de esa octava carta oculta hasta el último segundo, de un combo inesperado o de un megacaballero al nivel 14 preparado al final de la rotación, todo ese castillo de naipes se cae por completo cuando las reglas se rompen y aparece el ardid definitivo, el descontrol de ciertas tropas capaces de moverse a su antojo por el mapa.
En las últimas semanas de Clash Royale la chistera lleva un tiempo sin sacar conejos y aunque de vez en cuando aparecen super mini PEKKAS, parece que algún botón está sin funcionar en el engranaje inicial cuando algunas tropas deciden por su propio peso cambiar de calle sin que esté siquiera en su base de datos.
Exceptuando el gran minero después de pulsar una habilidad, todavía no hay una sola carta en Clash Royale que empiece apareciendo por una calle y antes de pasar el puente cambie automáticamente a la otra (no sería una mala idea Supercell), pero parece que l IA no funciona especialmente bien cuando casi desde una esquina algunos personajes prefieren pasarse al lado contrario.
En este caso uno de los tres guardias lanzados para defender la zona izquierda decide por su propio peso avanzar por la parte derecha generando un contrasentido total para la lógica del juego, es como si un par de cables se hubieran despegado del sistema habitual. Y algunos preguntarán, ¿pero no es porque está más cerca de la torre derecha de la princesa que de la torre del rey?
Error. En un conteo rápido analizando el posicionamiento del guardia la torre de la princesa de la calle derecha se queda a 19 píxeles mientras que la torre del rey de la izquierda sólo está a 15, por lo que parece que el choque con ciertos personajes generan una modificación en la IA hasta el punto de cambiar el viaje de la tropa.
Esta situación no es ni mucho menos habitual en Clash Royale pero en las últimas semanas la hemos vista repetida en varios hilos de Reddit por lo que seguramente se pueda segur efectuando en el futuro con la aparición de nuevos personajes, un detalle sin importancia que se queda en pura anécdota a no ser que la arena se convierta en unas malas en los universos de Yo, Robot o en la Inteligencia Artificial de Spielberg. Recemos.