La última partida del día en Clash Royale en la mayoría de los casos suele ser una derrota, una partida complicada en la que te obligas a cerrar la aplicación antes de ver caer la torre sin capacidad para recomponerte y abrir otra nueva, una constante que cambia por completo cuando la arena multiplica su elixir por siete hasta convertir el spam más exagerado en una alternativa a la subida de trofeos.
Clash Royale propone desde este lunes 18 una semana repleta del modo x7 de elixir gracias a la guerra de clanes, y es que con los cuatro mazos exclusivos para usar una vez al día se pueden exprimir otra experiencia de juego totalmente diferente para ganar un extra de puntos y de oro con cartas que habitualmente se quedan en el fondo del baúl.
Hace meses que Supercell tiene abandonado en una esquina el modo x7 de elixir por motivos obvios y es que este ofrece una oportunidad única en la rotación activa para juguetear con las maestrías con la oportunidad de subir muchas cartas al siguiente nivel, y por eso se reduce sólo a las cuatro partidas diarias durante toda la semana.
A partir de ahí el entretenimiento es el acompañante ideal. Los mazos como los del gólem de elixir con curandera son una delicia en este tipo de partidas y es relativamente fácil ganar si se acompaña de un buen hechizo caro y de un spam constante, algo habitual cada vez que se acompaña al gigante rosado de la curandera, el dragón eléctrico o la lanzacohetes entre otras cartas.
Esta opción de abusar del x7 es limitada más allá de las partidas amistosas entre miembros de club, pero jugar en solitario en una situación como esta es perfecta para explotar las maestrías, cambiar la dinámica del ladder y obligarse a ejecutar combos imposibles en el día a día.