El origen real de Spike en Brawl Stars, todo nace en el Starr Park
Imaginar teorías en el universo de Brawl Stars para humanizar un cactus, darle vida a un robot o imaginar experimentos sólo tiene en la base del lore el vídeo del Starr Park para alimentar las ganas de construir una historia desde cero, pero lo cierto es que casi dos años después del famoso momento todavía hay apariciones simpáticas como la creación desde cero de Spike.
El análisis exhaustivo del vídeo del Starr Park de Brawl Stars puede dar para miles de teorías relacionadas con el origen de la historia e incluso con el futuro del juego, pero el alma del vídeo parte de las pistas contantes para atribuir determinadas escenas o guiños a la creación de muchos de los personajes del juego.
Aunque algunos quizás lo tengan en cuenta la realidad es que la creación de Spike es todo un misterio para Brawl Stars y la humanización de los personajes desde el famoso vídeo del Starr Park abrió una herida imposible de cerrar en la comunidad, pero con ella aparecieron múltiples elementos que incluso a día de hoy se siguen analizando.
El caso de Spike es especialmente sorprendente por la sencillez del experimento, uno de tantos que explicado en sólo tres escenas aclara el concepto inicial del cactus: un escopetazo para generar tres huecos...y a partir de ahí elucubrar sobre cómo se convirtió la planta en el personaje más divertido del juego.
Los experimentos son una contante a lo largo de todo el vídeo así como lo son los múltiples detalles que en su momento dejaron entrever a múltiples personajes que ni siquiera habían aparecido en el juego como Edgar, pero eso parece sólo la punta de un iceberg que Supercell se guarda para una segunda parte deseada por gran parte de la comunidad.
Ese 16 de septiembre sigue marcado en muchos jugadores por el significado que supuso para el lore del juego después del aliento de la radio durante meses, pero la realidad es que a pesar de las pistas todo lo construido a posteriori siempre ha estado cerca del Starr Park sin entrar en él, quizás porque para hacerlo deben hacer algo mucho, mucho más grande.