Arde la polémica de las skins exclusivas tras el fin de la votación

Brawl Stars se encuentra en una situación muy delicada, pues hace unos días hicieron estallar las redes con el posible regreso de las skins exclusivas del juego. Iniciándose una batalla entre las diversas opiniones. Por un lado, los jugadores originales que defienden el derecho de conseguir en su día un producto que iba a ser exclusivo; y en el otro, los nuevos jugadores que nunca tuvieron acceso a ellas.

La lista de skins exclusivas no es pequeña, pero irrisoria en comparación a la totalidad que encontramos en Brawl Stars. Por lo que tienen docenas de alternativas a estas que, a priori, ya nadie más podría poseer. Sin embargo, todo esto podría cambiar muy pronto, y se podría anunciar el bombazo en la inminente Brawl Talk de septiembre.

"¿Te gustaría que trajéramos de vuelva las skins que ya no están disponibles en el juego?" Una pregunta muy sencilla pero que hacía arder las redes, incluso con muchas voces expertas como jugadores y creadores de contenido, mojándose sin miedo. Especialmente temerosos aquellos que prefieren que sigan como están, leyendo la otra gran frase del comunicado "la idea de no poder conseguirla nunca más no es genial".

Ahora la votación ha terminado con un 69% de los votos a favor de retirar la exclusividad. Un resultado más que natural, ya que existe una gran cantidad de nuevos jugadores que, alguna u otra skin que desean, se hayan perdido, aunque lleven años jugando. Por lo que ahora toca ver qué decide hacer Brawl Stars.

Ya en aquel comunicado mencionaron que si la encuesta es negativa o igualada, no volverán. Pero si es mayoritariamente positivo, es posible que vuelvan estas skins. Por lo que, teniendo en cuenta el dato anterior de un porcentaje alterado por la gran cantidad de jugadores nuevos, habrá que ver si el equipo decide que ese 69% es mayoritariamente positivo, o no.

Y en caso de tirar hacia adelante, tocan semanas de polémica, viendo muchos miles de jugadores como esas skins que tanto costó obtener en su día, bajo la promesa de la exclusividad, deja de serlo de un plumazo.