El lanzamiento de los videojuegos pasa por un ciclo a descubrir donde Xbox toma la delantera con un desligamiento progresivo de la exclusividad. Con esa información Xboxera anuncia el más que posible lanzamiento de Starfield en PS5 y con ello un cambio de rumbo obligado en Microsoft. Y la pregunta va más allá del hecho en sí, ¿qué pretende Microsoft con un giro tan radical?
La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft sólo era la primera parte del plan, y este sigue en desarrollo. Con rumores esparcidos por toda la comunidad, la salida de videojuegos exclusivos de Xbox en PS5 sería una redefinición total del estándar. Y la lucha de consolas pasaría al siguiente nivel con un billete sólo de ida, porque seguramente Sony no esté preparada para dar ese paso.
A la espera de oficialidad, los motivos para ver Indiana Jones y el Gran Círculo, Sea of Thieves o Hi-Fi Rush en PS5 son múltiples. Y este listado está encerrado en algunas de las filtraciones, pero la propuesta de Microsoft podría ir más allá con un control exhaustivo de los títulos que pasan a la competencia.
La primera gran razón para entender la decisión de Microsoft es el aspecto económico. Con la compra mencionada y la exposición actual de su situación tras la salida de cerca de 2.000 empleados, el primer punto pasa por expandir la marca para sacar rentabilidad a cada uno de los desarrollos.
En esa estrategia el segundo punto es la apuesta por su propia consola y su estilo. Aunque suena contraproducente, si sólo viajan algunos videojuegos a PS5 hay una posibilidad a medio plazo atraer jugadores de otra consola por el potencial de sus títulos. Y el convencimiento del producto Xbox Game Pass es un imán lo suficientemente grande y barato como para funcionar.
Si la escala va más allá y plantea este debate en la próxima generación, la puesta en escena es aún mejor para Xbox. Si están convencidos de atrapar a jugadores de Sony, quizás ese sea su gancho para intentar robar usuarios a PlayStation de cara a la próxima gran consola.
El momentum es fundamental para apuntalar el mercado, sobre todo por la situación actual donde Xbox comanda el argumento de la nube. Nadie hasta ahora tiene un potencial tan amplio con un precio tan competitivo en el mercado y esa es la clave para una apuesta arriesgada que todavía debe ser expuesta de manera oficial.
Los últimos movimientos de Microsoft anuncian un panorama totalmente diferente para la industria sea cual sea el apellido. Si hace semanas Ubisoft hablaba de un cambio de modelo para olvidar progresivamente el formato físico, este giro es aún mayor. Veremos quién aprovecha mejor la oportunidad en los próximos años.