A la espera de la segunda demo oficial, Final Fantasy VII: Rebirth presenta todos los ingredientes prometidos para esta ¿secuela? Sea cual sea el trasfondo de la historia entre miles de minijuegos, hay un punto a debatir con respecto al Remake y a la demo y es la capacidad para mantener la progresión de las partidas guardadas. Y según el caso, Square Enix ofrece diferentes soluciones.
Naoki Hamaguchi, director del juego, lleva varios meses aclarando la anulación de las partidas guardadas del Remake para mantener el avance en Rebirth. Pero la perspectiva de la recién estrenada demo con Cloud y Sephiroth al mando cambia el punto de vista, aunque sólo sea para avanzar algo más rápido en la historia.
El propio Hamaguchi confirmó hace meses que no hay opción a progreso guardado pero sí hay unas recompensas como alternativa. Los jugadores con una partida guardada del Remake tendrán una invocación de Leviatán en el inventario, y si además han jugado del DLC INTERmission, Ramuh estará también entre las invocaciones iniciales.
El caso de la demo es totalmente diferente. Al parecer la parte de Nibelheim con el flashback de Cloud, Sephiroth y Tifa es el inicio de Final Fantasy VII: Rebirth. Por ello, como empujón narrativo, el juego nos permitirá saltar esa parte si tenemos una partida superada en esa primera demo. Por eso es tan importante bucear en ella con cada detalle como punto de partida de la experiencia.
Con la segunda demo, pendiente para el 21 de febrero, la historia cambia. En este caso no podremos saltar la historia porque la exploración en Gaia y las misiones adheridas son parte de la salida al mundo, pero no es el inicio como tal (antes debería llegar Kalm). Además ahí la toma de decisiones ya es definitiva para el juego, por lo que la experiencia se reinicia.
Lo interesante es que las demos traen una recompensa como acompañante para la historia con un amuleto kupó para aumentar los recursos a extraer y un set de supervivencia con algunas pociones y éter.