La escenografía de los BAFTA coloca un año más el foco en los videojuegos para darle valor, ahora, a Lara Croft. La protagonista de Tomb Raider es la ganadora de una propuesta especial, la búsqueda del personaje más icónico en la historia de la industria. Y su victoria no genera tanto debate como la lista en sí, sobre todo por los resultados adheridos a ella.
La ambición de una marca tan gigantesca como los BAFTA con un título tan atractivo contrasta con las estadísticas. Encontrar el personaje más icónico en la historia de los videojuegos es una premisa ya de por sí difícil, pero más aún lo es cuando detrás sólo hay 4.000 personas en la votación.
El listado del premio de los Bafta con el top 20 es sintomático y a la vez extraño. Sin desmerecer posiciones, en cualquier encuesta medianamente conocida en una red social las votaciones son mucho más masivas. Y eso entronca con la necesidad de buscar una relación con los videojuegos. A día de hoy un motor económico muchísimo más grande que los hbaituales en las últimas décadas.
De hecho cualquier comunidad con algo de seguimiento ha podido empujar a su personaje a la lista. Y no sería raro viendo a Agente 47 en el tercer puesto, sin duda el más extraño de todos. Porque Pac-Man o Sonic han marcado generaciones a pesar de no tener el trasfondo de Solid Snake o Cloud Strife (ambos increíblemente lejos de la parte alta). Y lejos de opinión, sí queda claro que la lista da que hablar.