El pasaje hasta dar con el juego de mesa definitivo tiene tantos recovecos como experiencias, y el descubrimiento es uno de los placeres más palpables. La distribución de la colección, los eventos presenciales o el diseño de las cartas son sólo algunos de los aspectos detrás del afán de millones de jugadores. En mi caso la primera chispa con Disney Lorcana TCG llegó a casa hace poco, y después de un vasto análisis creo firmemente que es el mejor momento para entrar en el juego.
Cualquier pasado innombrable con todo TCG tiene dos reacciones contrapuestas, el rechazo automático a uno nuevo y el enamoramiento posterior. Ese flechazo con nombres y apellidos pasa por los vínculos de cada persona con el juego en cuestión y con su entorno. Y después de varios meses con dudas, mi acercamiento con Disney Lorcana, con la sexta expansión ya anunciada, ha pasado de la charlita en Tinder a las primeras citas.
Llego tarde al juego pero es fácil entrar en él a pesar de tener cinco sets a las espaldas porque una de las ventanas del TCG es su accesibilidad a nuevos jugadores. El resto está en la magia de Disney por personaje y en este caso por diseño artístico desde los personajes, al dorso, las cajas y por supuesto a las versiones foil.
No hablaré en demasía de cómo evito que la peque de la casa no esté todo el rato pidiendo a Simba y Minnie mientras desayuna, pero es parte del negocio. Disney sabe de su poder en todas las edades y el conocimiento detrás de un Trading Card Game pasa por la marca. A partir de ahí las tintas hacen el resto.
Lorcana pide más a cada paso. Sabe a poco en las primeras partidas hasta el descubrimiento de las mecánicas entre tintas. Una prueba con un mazo predefinido da continuidad al análisis de sinergias y personajes, hasta que te encuentras persiguiendo acompañantes para un mazo de descarte y robo con Maléfica.
Lo vivido ya en Magic, Pokémon o Marvel Champions desde diferentes estructuras, genera un avance. Pero Lorcana no lo necesita aunque se compare con otro JcJ o algún JcE. Es sencillo, no tiene muchas cartas por ahora y tiene todos los ingredientes para entrar en dificultad, aunque en mi caso no he llegado a ello. Todavía.
La mejor garantía para entrar ahora en Disney Lorcana TCG es la llegada de las cartas en castellano. La promesa de TCG Factory para gestionar y distribuir el juego con la traducción en español a partir de este otoño es la lanzadera perfecta, sobre todo para adelantarse a ello.
La localización al español de las 132 primeras cartas llegará dentro de poco, pero el consejo es entrar algo antes para ver la dinámica actual. La perspectiva del estado actual del juego deja muchas pistas de la evolución para entender mejor según qué mecánicas.
La suma total deja además un subidón de jugadores a corto plazo por la llegada de las cartas en castellano, con lo que ello supone para un JcJ. Hoy es Shimmering Skies, mañana Azurite Sea pero entre tanto un descubrimiento a largo plazo para volver a caer.