Football Manager 2025 es un salto generacional en todos los sentidos por la evolución al motor Unity, y se nota en los requisitos mínimos. La comparativa entre las exigencias del título para PC con respecto al juego del año pasado es notable, de la gráfica al procesador o la memoria RAM. Y aún así es un título bastante accesible para un gran número de jugadores.
La hoja de ruta de Football Manager 2025 tiene múltiples citas en el mes de octubre para convencer definitivamente a su comunidad. Una de ellas es el aspecto gráfico del juego con la nueva interfaz, el aspecto jugable y la diferenciación desde Unity. Un entorno ya disponible si analizamos desde dentro la torre de nuestro PC o las especificaciones del portátil gaming.
Una de las grandes ventajas de Football Manager 2025 como saga es la facilidad para correr en todo tipo de ordenadores. La cosa no es muy diferente este año, pero sí hay un bloqueo generacional para los usuarios encerrado exclusivamente a jugar a juegos poco exigentes en el ordenador.
Uno de los cambios más apetecibles viendo la evolución hacia una gráfica 2060 en los requisitos recomendados es el 3D. El crecimiento más claro de un juego como FM 25 visualmente es la mejora del simulador desde el campo de fútbol, por eso genera muchas expectativas al descubrir las recomendaciones.
El cambio más radical desde los requisitos mínimos a los recomendados es del procesador, porque saltar de una 512 a una VRAM 2060 es llamativo.
Al final la experiencia Football Manager 2025 crece hasta encontrar a todo tipo de públicos, desde el que juega todavía con chapas al que busca la perfección. El desarrollo va en esa última línea para perfeccionar lo que lleva siendo una época de años lúcidos para los amantes del rol, la estrategia y la simulación del manager en el videojuego.
Mientras tanto la cuenta atrás permite soñar hasta el 26 de noviembre con el lanzamiento, porque es el juego que ha mostrado menos a tres semanas de su salida. Muchas expectativas, algunas dudas por los modos eliminados para este año y la ambición de un cambio revolucionario para el gameplay de la próxima década.