Ya os contábamos hace unas semanas que Balatro se había convertido en una de las sensaciones de Steam, un éxito inmediato que sorprendía porque se trata de un pequeño proyecto indie desarrollado por un solo hombre (LocalThunk). Aunque esta aditiva propuesta de construcción de mazos y toques roguelike ha sido retirado de un buen número de tiendas digitales (entre ellas la Nintendo eShop) y esto sólo por utilizar la baraja de póker como base, lo que ha llevado a estas tiendas a pensar que al ‘incita a los juegos de azar y a las apuestas’.
Y esta decisión puede ser entendible, pero es completamente injusta. Y es que si en lugar de usar la baraja de póker como base para el juego, hubiera inventado una baraja completamente nueva, pero el juego fuera exactamente igual, no recibiría este trato. Y es que el póker aquí es, básicamente, el lenguaje común, básico, para entender el principio del juego, su capa más básica. De hecho, sólo tenemos que estar familiarizados con las manos del póker y su valor tradicional (la carta mas alta, el color, la pareja, la doble pareja, el trio, el full, el póker, la escalera, la escalera de color…) Pero, a partir de aquí, el parecido con el póker es pura coincidencia.
Balatro es un título muy sencillo en su planteamiento y muy sencillo en su diseño (sólo tenemos ante nosotros las cartas de la bajara de póker con unos pocos añadidos). Pero su desarrollador le ha añadido tantas opciones, modificadores, potenciadores, efectos aleatorios y mecánicas propias de un roguelike que enseguida quedas atrapado para siempre en suspartidas. Es un título rápido, hipnótico, de esos roguelikes que te harán jurar “sólo una carrera más” (pero acabarás jurándolo 10 o 12 veces más).
Balatro es un constructor de mazos. Al inicio tenemos un mazo con la baraja clásica de póker y las partidas nos piden jugar manos de póker con ella. Nada más. No tenemos oponente. Sólo tenemos que alcanzar una puntuación mínima en un número concreto de manos para superar el reto y pasar al siguiente. Por eso es importante calcular bien los puntos y decidir de manera estratégica nuestros descartes (que son limitados), las cartas que jugamos, las manos que terminamos juagndo. Pero esto es sólo el principio.
En cuanto que ganamos nuestros primeros dólares tras las primeras manos, las más sencillas de superar, podemos gastarlo en la tienda del juego, que comienza a ofrecernos cosas muy locas que ya no vienen del póker tradicional. Lo primero que podemos comenzar a añadir a la ecuación son los Jóker. El juego cuenta con más de 150 jókeres distintos, que si los usamos aportan habilidades únicas a la partida, que pueden afectar a las cartas, a nuestras manos o a nuestras cartas descartadas. Podemos tener hasta 5 jóker activos durante la partida.
Pero, además de los jókeres, la tienda también nos permite comprar y abrir sobres de cartas especiales: unas cartas de tarot que son modificadores concretos que podemos aplicar a las cartas durante las partidas en una mano concreta y otras cartas de planetas que desbloquean mejoras que se aplican de manera permanente a nuestras cartas en el mazo o mejoran el nivel de las manos (y así puntúan mas). Otro objeto que podemos comprar en la tienda son los ‘vales’, que aplican pasivas muy beneficiosas a las siguientes partidas.
Con todos estos mimbres, las partidas de Balatro multiplican sus opciones y gana en profundidad y consigue que ninguna mano sea igual que la otra. Así, ganando dinero y comprando nuevos jókeres, cartas de tarot y habilidades especiales, nuestro mazo irá mejorando y podremos enfrentarnos a retos cada vez más exigentes. La partida va ganando en intensidad y cuando no consigamos el objetivo de puntuación… se terminó. Y aquí entra en juego el componente roguelike, ya que tendremos que volver a comenzar, con un nuevo mazo básico, pero con mucho aprendido.
Tras unos días jugando a Balatro hemos entendido porqué se ha convertido en un éxito. El juego está maravillosamente diseñado y es inteligente, divertido y muy adictivo. La familiaridad de la baraja de póker y entender la jerarquía de sus manos hace que la entrada sea sencilla y rápida pero luego entender sus propias mecánicas y todas sus peculiaridades es cuestión de jugar un par de rondas. El título engancha desde el principio. Y, aunque sea un juego de cartas, el diseño divertido de los jóker, los sobres y las cartas de tarot y los planetas, además de las cartas especiales y los mazos (todo con un toque pixel retro que le sienta genial) nos ha encantado.
El juego en su versión PC cuenta con textos en castellano (en fase beta) y llegará a las versiones de consola en breve (actualmente está sólo en inglés).
Nota: 80 / 100