NBA 2K25, el apogeo jugable del último lustro

El contraste del jugador del NBA 2K25 con el paso de las temporadas tiene múltiples frentes abiertos con un denominador común: la búsqueda de la esencia. Este año el brillo detrás del título de Tatum enamora desde el gameplay con algunos de los mejores conceptos del juego en años. Y lo más importante ante un videojuego que aguanta un año entero, es muy, muy divertido.

Un jugador de 2K25 tiene tantas herramientas como posibilidades hay en el juego, y mi perdición es el manager, el control del equipo con el paso de las temporadas y el viaje personal. A pesar del análisis global, el Modo Eras, My GM y My NBA son los tres conceptos a los que llevo años prestándole más dedicación. Pero todo ello no nubla la proyección de arrasar desde MyTeam.

2K25 es un juego global enfocado en el los pases de temporadas, el online y los micropagos, pero la experiencia completa está lejos de eso. Cada modo es una especie de jugador de rol en una plantilla más o menos compensada según quién la vea, si el interesado en el tanking o en luchar por los playoffs.

Un día lagrimeas pensando en los retos a lo Michael Jordan o Kobe Bryant de los últimos años, pero el despegue en 2K25 llega con pequeños ajustes significativos en el gameplay. Defensa, cinemáticas, IA, gráficos y un soporte mucho mayor en todas las líneas.

La jugabilidad de 2K25, un soplo de aire fresco

Las sensaciones de 2K25 es de las mejores en el último lustro, incluso hasta el punto de alcanzar el mejor estado jugable de aquel 2K20 tras las actualizaciones de marzo. Por primera vez en mucho tiempo es especialmente divertido tanto atacar como defender. Más allá del equilibrio, las posibilidades y los conceptos tácticos en el 5c5, la jugabilidad es frenética.

Una vez tomado el pulso al disparo y al manejo de la pista, las posibilidades de los roles son infinitas en partido. Y sin salir de las plantillas actuales, no tiene nada que ver apostar por una plantilla como los Thunder o los Knicks, y eso se nota muchísimo con el mando en la mano.

La reinvención del modo Mi Carrera con la potenciación de la historia funciona independientemente de las posibilidades infinitas en el online. Como jugador enfocado en muchos aspectos al offline, la herramienta para empezar de cero con una aventura propia desde la Universidad es habitual. Se nota un peso mucho menor que hace unas cuantas temporadas donde la profundidad era mayor. Y eso casca a un perfil de jugador, pero es una arista de muchas.

Mi única pega está en el Modo Eras. Año tras año la automatización del modelo hace que casi todo sea exactamente igual, desde los menús a los diseños y la jugabilidad. Y aunque haya mil maneras de buscar desafíos para afrontar una temporada partido a partido dentro o fuera de la cancha, hace falta un empujón más allá de la base de datos.

Ahora bien, la base de datos es una fantasía. Viajar al draft previo de Stephen Curry o al de LeBron James permite la posibilidad, en este último caso, de elegir a unos Grizzlies con un recién llegado Pau Gasol. Cuántas veces no he empezado esa partida para tanquear con los Grizz y buscar a LeBron, Wade o Bosh al año siguiente. El entramado de reglas, camisetas, escudos y sobre todo de jugadores es una maravilla para los que llevamos años viendo la NBA. Pero falta un punto más para innovar y no sólo para ampliar los GB a instalar.

El caso de My GM es un ejemplo de esa mejora para apartar puntualmente los menús con la colocación de los personajes dentro de la sede del club. Somos el manager con un despacho, y eso genera una jugabilidad mínimamente mejorada. Aunque el concepto es algo básico en composición de escenas y la IA de los NPC’s, es funcional dentro del ámbito del manager. Aporta un extra a la experiencia, cambia el formato y amplía los horizontes para profundizar más allá del online. Y se agradece para los que no sólo viven tras el pase de temporada.

Las conclusiones con NBA 2K25

El entorno real que crea el juego es insuperable. Ambientación, historia, cinemáticas y recreación de estadios. Estés donde estés siempre hay un punto de sentir ese paseo por Estados Unidos en busca de una aventura. Una vez en en Dinasty, con ese mural de regalo para volver al pasado y jugar todos los desafíos, otro es viajando a la Era de Magic y Bird para jugar 40 temporadas seguidas hasta lograr algo épico.

Como jugador yo soy de los que busco retos para el Modo Eras para satisfacer algo que el juego todavía no es más de ofrecer. El roleplay de MyGM es algo tosco pero propone un avance y en esa línea hay más alternativas. Un día vale con buscar la historia para jugar en el barro antes que salir en las calles. Otro con sentirse Jokic o Tatum para levantar un trofeo, y en ambas situaciones se siente como nunca con el mando en la mano.

Lo mejor

• El apartado jugable es el más fresco del último lustro
• La sensación de ataque y defensa, mucho más satisfactoria
• La ambientación dentro y fuera de la pista es un lujo para los amantes de la NBA

Lo peor

• Los diseños de algunos menús siguen intactos desde hace años
• El concepto de MyGM mejora, pero es demasiado rústico

 80/100