Bleach Rebirth of Souls es la definición pura de necesidad para millones de seguidores durante años, por ausencia de títulos y por nivel. La compilación de parte del shōnen en el fighting game es un viaje a través de la saga con un cariño único que va más allá de la jugabilidad.
One Piece tenía su espacio cubierto con Pirate Warriors, Naruto con los Storm y ahora Bleach consigue su cetro con Rebirth of Souls. La búsqueda de la ocupación definitiva en los juegos de pelea toca con Bleach una vertiente hasta ahora desconocida: ser un shinigami como nunca antes en los videojuegos.
La época de PS2, PS3 y PSP es la única compensación actual con títulos de otro nivel, entretenidos, pero alejados a lo que de verdad era la esencia de Bleach. En aquel momento el manga y el anime coronaban toda una generación y la respuesta de su tiempo eran juegos divertidos pero muy vacíos en cuanto a narrativa.
Bleach Rebirth of Souls es la solución a todo ello. El título de Tamsoft es a la vez la excusa perfecta para recordar la historia de Ichigo y un punto de partida para entrar en el manga o el anime. Un reencuentro, una excusa para volver a la Sociedad de las Almas bañada en el tono oscuro y en la fidelidad.
El arena fighter es ideal para el fan de la saga. Los detalles marcan un juego como este donde hay que tocarle la patata al jugador. El modo historia tiene mucho de eso, de zarandear a cualquier bleacher entre el origen, las transformaciones y los guiños para enlazar con la trama. Las famosas explicaciones que Rukia le dibuja a Ichigo en los primeros tomos/capítulos de lo que es un Hollow es un ejemplo.
Llegar a ese nivel de conexión para elegir momentos triviales y a la vez significativos como esos tan característicos repletos de humor profundizan en el mimo de Tamsoft a la hora de acompañar la jugabilidad. Con la historia el todo en un juego como Bleach Rebirth of Souls es mucho más interesante, pero la satisfacción del combate es el culmen.
El planteamiento visual de este Bleach tiene mucho de Soul Calibur pero la efectividad del combate ofrece una visión diferente a. La activación 3D es de lo más interesante en el planteamiento de los combates por lo que supone para el aprovechamiento del espacio desde el prisma estratégico.
La movilidad entre el dash direccional en todas direcciones o la diferencia entre golpes ligeros y golpes fuertes es habitual en el género. También lo es la recolocación instantánea a lo Dragon Ball, todo aquí presente con una línea extra como los contraataques justo al utilizar la mecánica del teleport al ser atacado.
La utilidad de los combos pasa por los súper con el uso de las habilidades gracias a la energía espiritual, todo para derrocar las unidades de almas en el sistema de vida. Y la mejor demostración del cuidado al título original es que hay personajes únicos por su forma de pelear. No tiene nada que ver jugar con Ichigo, que es de lo más habitual, a probar el rango de Kenji o Uryū.
Entre el despliegue de animaciones y combos, sin duda uno de los puntos fuertes de Bleach Rebirth of Souls, la manera de envolver el combate es un billete de ida al shōnen. Es fácil volver a la saga sea cual sea la distancia entre tú y el anime. Las referencias de los reverse tapan todas las ausencias como Los Quincy y la Guerra Sangrienta de los Mil años.
Bleach Rebirth of Souls tiene dos focos principales para atrapar al público, el fan conocedor de la saga y el fiel seguidor desde el inicio del manga al último arco de la historia de Ichigo Kurosaki. El planteamiento de la historia así como el despliegue de la jugabilidad hasta el desgaste de almas tiene un marco perfecto para ambos.
La iniciación a la Sociedad de Almas y a los shinigami para exterminar espíritus malignos es el primer paso para reconectar. Es un buen inicio para nuevos jugadores, aunque va algo atropellado para llegar al verdadero fan de la franquicia. Conexión de universo y personajes en la base para estallar con el bankai en sólo unos segundos. Es como volver a los inicios para reconectar.
Es una manera de reescribir batallas desde cualquier perspectiva, con el multijugador, con el modo misiones a lo roguelike o con las decenas de secretos ocultos. Esta última alternativa es una puesta en escena sencilla que asimila el concepto rogue para incorporarlo a los fighting games. Con potenciadores de todo tipo según la experiencia después de una partida, es un escalado para ganar varias partidas consecutivas hasta llegar a un boss final. Para partidas sueltas en poco tiempo es una buena opción, pero a largo plazo puede ser repetitivo.
* Hemos jugado a Bleach Rebirth of Souls en PS5.
La propuesta de Tamsoft es satisfactoria no sólo por lo bien hilada con el material original, sino por el riesgo en la jugabilidad. Es un sistema de combates con muchas bases asentadas en otros juegos, pero innova en varios apartados para asemejar las mecánicas a la saga. Es fiel, diferente y atrevido, y lo mejor es que funciona dentro de su entorno.
Lo mejor
Lo peor
85/100