2-0, min. 48: Militao.
Gabri Veiga da lustre a una cantera a la que Carvalhal dio la espalda en el Bernabéu
Era una misión casi imposible. El Celta de Vigo sabía que sumar en el Santiago Bernabéu solo se consigue haciendo un partido perfecto en un día en el que al Real Madrid no le salgan las cosas. Las bajas con las que llegó al encuentro lastraban enormemente al cuadro de Carlos Carvalhal. El luso planteó un partido de 0-0 o 0-1 si aparecía una ocasión pero los de Ancelotti no dieron opciones a un Celta que siempre fue peor que su rival. El resultado es lo mejor de un partido en el que Renato Tapia se confirmó como una buena opción para el centro de la defensa y que Gabri Veiga tiene el desparpajo y calidad suficiente para no amilanarse en grandes escenarios como el Santiago Bernabéu. Lo peor fue observar como Carvalhal prefirió darle minutos a jugadores con el futuro lejos del Celta y de Vigo en lugar de futbolistas que deben liderar el futuro del cuadro celeste.
Gabri Veiga, con lupa en el Santiago Bernabéu
El joven canterano era consciente de los miles de ojos que iban a seguir cada uno de sus movimientos. No tardó ni dos minutos en probar fortuna con uno de sus disparos desde fuera del área. La realidad es que en la primera parte fue el único jugador que pudo competir ante Tchouameni y Fede Valverde. Arrancó varias veces con fuerza, supo proteger el balón ante la presión rival dejando varios pases con mucho peligro sobre Iago Aspas.
Carlos Carvalhal apostó por relevarlo a la hora del partido. Estaba siendo uno de los mejores jugadores del equipo sobre el césped pero la proximidad de un partido tan importante como el que jugarán ante el Elche en Balaídos este próximo miércoles y el 2-0 en contra provocó que prefiriese reservarlo. Al comienzo de la segunda mitad tuvo una oportunidad de marcar el 1-1 antes del tanto de Militao.
Ejercicio defensivo
Al Celta le iba a tocar jugar muchos minutos detrás del balón y en su campo. El Real Madrid te exige los máximo atrás. Se protegió de las bajas con jugadores de corte defensivo como Solari, Kevin Vázquez y Tapia. Sin apenas balón, solo en algunas contras lanzadas casi siempre por Gabri Veiga, la telaraña celeste aguantó hasta el minuto 41. La banda derecha claudicó ante el pase de Ceballos a Vinicius a la espalda de Kevin. El brasileño asistió a un Asensio apenas encimado por Javi Galán.
El Madrid mató el partido al comienzo de la segunda mitad y no necesitó seguir haciendo daño. Aún así Iván Villar tuvo que intervenir con acierto en un encuentro donde Kevin Vázquez no pudo aguantar hasta el pitido final y Galán fue reservado al ver una cartulina amarilla. Con el 2-0 el Celta pudo tener un poco más el balón y gozar de alguna ocasión bastante clara en un partido completamente controlado por el Real Madrid.
El balón parado es un problema
Una nueva jornada en la que el Celta encaja a balón parado. Los vigueses ya eran débiles cuando defendían al hombre las faltas y saques de esquina. Carlos Carvalhal apostó por defender en zona. Tras unas semanas en las que parecía que el equipo había mejorado el último mes está siendo dramático. Cinco goles en contra en acciones a balón parado en cuatro partidos es un lastre demasiado grande.
Militao voló sobre el resto para cabecear abajo, y pegado al palo largo, un buen centro de Asensio. El central del Real madrid no encontró oposición por parte del Celta. Unai Núñez no llegó mientras que Gabri Veiga
Carvalhal, de espaldas a la cantera
Las ausencias de Carles Pérez y Joseph Aidoo eran una gran oportunidad para ser valiente. Carlos Carvalhal, en un partido donde no había nada que perder y sí mucho que ganar, apostó por reconvertir a un centrocampista para jugar de central en lugar de alinear a Carlos Domínguez. Sin Carles Pérez en banda derecha prefirió a Augusto Solari que a Miguel Rodríguez.
El volante argentino, al que el Celta quiso dar la carta de libertad en verano, ha estado lesionado el último mes con una rotura fibrilar y apenas alcanza los 100 minutos en Liga. Aún así entró por delante de una de las grandes esperanzas de la cantera celeste sabiendo que en apenas dos meses dejará el equipo sin pena ni gloria.
La gestión del banquillo
En los cambios, con dos goles en contra, prefirió meter a Paciencia y Óscar Rodríguez antes que darle minutos a jugadores con futuro en el club. Tanto el delantero luso como el centrocampista talaverano tienen pie y medio fuera la próxima temporada. Carvalhal pudo apostar por Strand Larsen o Miguel Rodríguez pero no lo hizo. Los dos se quedaron sin minutos.
El entrenador sí dio la oportunidad a Williot Swedberg y Fernando Medrano. El defensa del Celta B debutaba en LaLiga Santander tras llegar hace dos veranos procedente del Atlético de Madrid, donde lucía el brazalete de capitán del filial rojiblanco. El volante sueco, sin minutos en la temporada, pudo disfrutar en un escenario mayúsculo dejando algún detalle de calidad.
Comienza la batalla Anti Carvalhal. Muy propio de la prensa sensacionalista, de algo hay que comer.