El ‘hombre milagro’ vuelve a La Romareda

El próximo sábado la UD Las Palmas desembarcará en el estadio municipal de La Romareda. Un encuentro que más allá de ser el duelo entre dos aspirantes al ascenso supondrá también la vuelta de Manolo Jiménez a Zaragoza. El técnico andaluz que salvó al equipo de la quema años atrás llega ahora con la seria intención de llevarse los tres puntos.

Pocos técnicos, especialmente en los últimas dos décadas, han recibido el cariño de la afición blanquilla como Jiménez. El que fuera jugador sevillista (llegó incluso a disputar el Mundial de Italia 1990) aterrizó en la capital del Ebro a finales de 2012. Tras una trayectoria corta pero de cierto éxito en el filial y el primer equipo del Sevilla, antes del Real Zaragoza Jiménez llegaba de entrenar en Grecia, al AEK de Atenas. Siempre, eso sí, con objetivos muy diferentes a los que se iba a encontrar en La Romareda.

Cuando llegó a Zaragoza, el equipo aragonés era último, con cinco puntos de margen para la salvación, que un año antes se había logrado de forma agónica de la mano de su predecesor, Javier Aguirre. El primer partido de Jiménez al mando del conjunto blanquillo fue también el primero que disputó en 2013 y lo hizo con derrota, 1-0 en El Sardinero. En sus cinco primeros partidos, apenas dos empates y tres derrotas. Resultados insuficientes que hundían aún más al Real Zaragoza, que quedaba ya a once puntos de la salvación con dieciséis jornadas por disputar.

Un final para el recuerdo

Llegó entonces la primera victoria. Era la jornada 23 y los blanquillos conseguían doblegar por 0-2 al Espanyol con goles de Paulo da Silva y Juankar. Tras dos nuevas derrotas ante Betis y Málaga comenzó una racha que quedará para la historia. Tras la disputa de la jornada 25, el Real Zaragoza era último y la diferencia con el Villarreal, cuarto por la cola era de trece puntos. La misión no era otra que la de recortarlos en catorce encuentros. Catorce partidos en los que el equipo aragonés obró un pequeño milagro. Un equipo que hasta entonces había logrado tres victorias cosechó nada menos que nueve en esas últimas jornadas. Entre otros, se venció a equipos como Valencia, Atlético de Madrid o Athletic de Bilbao.

Pese a todo, se llegó a la última jornada en posición de descenso y con la necesidad imperiosa de la victoria. Como había sucedido un año antes en el Ciudad de Valencia, la afición aragonesa se desplazó en masa hasta el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe para apoyar al equipo. Los blanquillos partían empatados a 40 puntos con el Rayo Vallecano; a uno del Villarreal y a dos del Granada. A la misión zaragocista, que consiguió la victoria en la localidad madrileña por 0-2 –goles de Apoño y Postiga– se le sumaron los demás resultados. El Rayo ganó en Granada y el Villarreal cayó frente al Atlético de Madrid, por lo que serían los castellonenses los que acabarían descendiendo a Segunda.

Un éxito que bien merecía una celebración a la altura. El equipo no faltó a su cita y Manolo Jiménez cumplió su promesa y frente a miles de aficionados blanquillos se atrevió a bailar una jota en la puerta misma de la basílica del Pilar. Por desgracia, la historia no se pudo repetir un año después. El sevillano comandó al equipo durante toda la temporada y pese a un buen comienzo que llevó al equipo a ser noveno en la novena jornada, se produjo un hundimiento que dio con el Real Zaragoza en Segunda. Tan sólo dos victorias desde la jornada 19 hasta la 38. Últimos alientos de vida en las jornadas 33 y 34 ante Mallorca y Rayo, que parecieron ser suficientes para un nuevo milagro. Pero esta vez no fue así y los blanquillos descendían tras quedar últimos. Apenas a tres puntos del Celta, que logró la salvación.

Manolo Jiménez llega tras ganar la Liga griega

Desde entonces, el Real Zaragoza vive una travesía por el desierto de Segunda. Mientras, Manolo Jiménez vivió una exótica experiencia en Catar. En el Al-Rayyan volvió a sentir el amargo sabor del descenso, aunque una temporada después lograría volver a subir a la máxima categoría. Después, vuelta al AEK de Atenas al que ha dirigido durante temporada y media. Tiempo en el que el de Arahal logró dejar a los atenienses como terceros en su primera temporada, en la que también alcanzó la final de la Copa. En la segunda y última, logró alzar el título de Liga. Algo que el AEK no lograba desde 1994. Ahora, de vuelta a España, en la UD Las Palmas, Manolo Jiménez vuelve para rivalizar con el equipo con el que vivió los momentos más felices de su trayectoria, aunque también alguno de los más amargos, el Real Zaragoza.