Emoción en el CN Badalona, allí donde empezó todo para Mireia Belmonte
Todo era emoción hoy en el CN Badalona, donde empezó a nadar Mireia Belmonte, que siempre ha sido el orgullo del club pero que después de la medalla de oro conquistada por la badalonesa en los 200 mariposa de los Juegos de Río de Janeiro ya ha superado este estatus.
En esa piscina, bautizada con el nombre de la medallista de oro, decorada con un grafiti con el rostro de Belmonte y autografiada por ella, han recordado hoy Miquel Estruch, expresidente del club, y Fernando López, uno de los primeros entrenadores de Mireia, aquellos inicios de la campeona española.
"Mireia tenía dos características, una física y otra psíquica. La física, tener un cuerpo determinado muy apto para la natación, sobre todo una cuestión de flotabilidad, ella flotaba muy por encima de los demás y tenía un desplazamiento muy grande y un cuerpo que le permite llegar dónde ha llegado", ha asegurado Estruch en declaraciones a Efe televisión.
Desde el punto de vista psicológico, Estruch asegura que se trataba de una chica con "una capacidad de esfuerzo y una voluntad de ganar tremenda".
"Era muy competitiva, tenía mucha capacidad de concentración pero yo la he visto sufrir mucho, antes de cada carrera la veía incluso en un rincón llorando, cuando se concentraba, pero después cuando sonaba el silbato se transformaba y era tremenda", ha recordado.
A Estruch le produce mucha emoción seguir sus evoluciones. "La mayor parte de la gente ve la gran deportista de élite, la mujer que consigue sus propósitos, sus éxitos, pero yo veo a la niña, nosotros tuvimos a la niña, la Mireia desde los cinco años hasta los trece o catorce y para nosotros es nuestra niña", ha dicho.
"Y cuando ves a tu niña recibiendo los honores de sus éxitos, de su trabajo principalmente, y ves que se emociona, no puedes evitar emocionarte con ella", ha comentado Estruch, ahora presidente de honor del CN Badalona.
Fernando López, exentrenador de Mireia, también recuerda que empezó en el club y era la punta de lanza de una generación de niñas nacidas en 1990. "Ella era la que despuntaba entre todas", ha indicado.
López destaca "las ganas de ganar" que siempre tenía Mireia Belmonte y recuerda que aunque en el CN Badalona en aquel momento no tenían la metodología adecuada respecto a otros clubes, Belmonte ganaba. "Ya se veía que, cuando empezara a trabajar de verdad, despuntaría mucho", ha comentado.
El que fue el primer entrenador de Belmonte, considera que Mireia ya forma parte de la historia, de la suya como entrenador y también del club. "Esto, el primer oro en natación, quedará, y pienso que si no es por ella tardaremos años en volver a verlo", ha indicado.