Hickey renuncia temporalmente a sus cargos olímpicos y permanece ingresado
Patrick Hickey, miembro irlandés del COI, "ha renunciado temporalmente" a sus cargos en el movimiento olímpico "hasta que se resuelva del todo" su supuesta implicación en una trama de venta ilegal de entradas de los Juegos de Río, informó el comité olímpico de su país.
"A la luz de los acontecimientos de esta mañana y de su enfermedad, Patrick Hickey ha tomado la decisión de dimitir temporalmente como presidente del Consejo Olímpico Irlandés y del resto de sus funciones olímpicas (miembro del COI, presidente de los Comités Olímpicos Europeos, vicepresidente de ACNO) hasta que este asunto se resuelva del todo", dice el organismo irlandés en un comunicado.
Hickey "continuará por supuesto cooperando y ayudando en la investigación en curso", añade la nota.
El comité brasileño hizo público otro comunicado en el que señala que el miembro del COI estará ingresado en el Hospital Samaritano 24 horas más para una revisión del dolor torácico que padece, "a la vista de sus antecedentes cardiacos".
El irlandés fue detenido esta mañana en su hotel de Río de Janeiro y en se momento se sintió mal y fue trasladado al hospital.
Según la policía brasileña, el Comité Olímpico de Irlanda contrató a la empresa Pro 10 para vender entradas en Brasil y los boletos fueron transferidos a la firma THG, cuyo director, Kevin James Mallon, fue detenido el 5 de agosto en un hotel en el que fueron aprendidos cerca de 1.000 boletos.
La empresa está controlada por el empresario inglés Marcus Evans, en paradero desconocido, cuya prisión fue solicitada esta semana, junto con la de otros tres directores de la misma sociedad.
La empresa, de acuerdo con la policía, vendía entradas con precios hasta cinco veces por encima de lo normal. Su principal negocio eran las entradas de la ceremonia inaugural, por las que llegó a pedir hasta 8.000 dólares, y de la clausura, que planeaba vender a 15.000 dólares.
Un negocio, que según estimaciones de la policía, podría arrojar beneficios superiores a los 3,5 millones de dólares.
El COI pidió hoy, a través de su portavoz Mark Adams, un respeto a la presunción de inocencia de Hickey, al mismo tiempo que su confianza en la investigación policial.