Los "atletas" españoles que han competido en la cancha de seguridad Río 2016
La Policía y la Guardia Civil también han "competido" en los Juegos de Río con seis agentes que han colaborado en labores de seguridad. Volverán a España con la medalla de la satisfacción colgada por la experiencia vivida y por no haber tenido que intervenir en incidentes de relieve relacionados con españoles.Sagrario Ortega
Han sido espectadores de excepción en la cita deportiva más importante del mundo, los Juegos Olímpicos, que, ya en su recta final, tienen lugar en uno de los países con mayores tasas de inseguridad del mundo, Brasil.
Y han sido testigos también de las hazañas de cuatro compañeros, todos ellos del Cuerpo Nacional de Policía, que con mayor o menor fortuna han competido en dos disciplinas deportivas: tiro deportivo y piragüismo.
Mientras que la suerte no ha sonreído a los policías-tiradores Pablo Carrera y Sonia Franquet, el ya dos veces campeón olímpico Saúl Craviotto ha mordido en la cita de Río el oro en el doble del K2 500 de piragüismo (junto con Cristian Toro) y aún puede hacer doblete este sábado y lograr su cuarta medalla en unos juegos en K1 200.
Su compañero de cuerpo, Javier Hernánz, compite también hoy en otra final de piragüismo por equipos, la de K4 1.000.
Todos ellos, al igual que el resto de los deportistas españoles y toda la comitiva, han podido contar con el apoyo de seis compatriotas de excepción: tres guardias civiles y tres policías que, a petición del país anfitrión, se trasladaron a Brasilia (dos) y a Río de Janeiro (cuatro) para resolver cualquier incidencia que pudiera afectar a turistas y aficionados españoles.
Asistir a todos los españoles desplazados que hayan podido tener problemas con la documentación o hayan sido víctimas de algún delito, ofrecer información y asesoramiento a las fuerzas de seguridad brasileñas si así lo han requerido y hacerse ver entre los aficionados para ofrecerles su apoyo y auxilio han sido las misiones de estos seis agentes, uno de ellos mujer.
El comandante Carlos del Moral, de la Unidad Técnica de Policía Judicial (UTPJ) de la Guardia Civil, que ha formado parte en Río de Janeiro del equipo "verde", califica de positiva la experiencia, la cual ha compartido con agentes de otros 45 países invitados por Brasil, y valora el enorme esfuerzo en seguridad que ha realizado el país sudamericano.
Como también lo valora Anderson Borges Santos, miembro de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios del equipo "azul", quien subraya a Efe los buenos resultados que en estos días ha dado el dispositivo de seguridad, el cual ha blindado parte de la ciudad, con el Ejército también en la calle, lo que ha evitado incidentes graves.
Brasil tiene aún que superar la asignatura pendiente de su alto nivel delincuencial, precisa Borges, pero es consciente de que no es posible cambiar en dos semanas esa imagen de inseguridad que le acompaña, apostilla Del Moral.
Ambos han patrullado estos días junto con otro compañero de cuerpo: Borges, con otro antidisturbios de la Policía, y Del Moral, con un miembro de los GRS de la Guardia Civil.
No han sido autoridad policial, ni podían ir armados ni vestidos con el uniforme habitual. Pero, acompañados de agentes brasileños y ataviados con polos en los que podía leerse el nombre del cuerpo correspondiente, han patrullado por los diferentes escenarios de la competición y han estado a disposición de los españoles las 24 horas del día.
Su presencia, reconocen ambos a Efe, ha generado tranquilidad a los aficionados españoles, que no han sido muy numerosos (desde España compraron entradas unos 3.500 aficionados) y que han observado un comportamiento ejemplar.
Apenas un pequeño incidente por la ubicación con los seguidores de Lituania en el partido de baloncesto frente a España, algún hurto al descuido (en una proporción muy pequeña en relación con los aficionados llegados de otros países) y algún asalto sin consecuencias graves para robar el móvil o la cartera son las escasas incidencias en las que han tenido que intervenir los agentes.
Por su experiencia en la investigación, en el caso del comandante del instituto armado, y por su trabajo en el control de masas, en el caso del otro guardia civil, de Borges y del compañero de éste, han sido seleccionados estos cuatro agentes, en una estancia que les ha servido para tomar nota tanto de los fallos de la seguridad como de sus éxitos.
A muchos kilómetros de distancia, una guardia civil, la brigada Reina, y el miembro de la Policía Nacional Manuel Sánchez, ambos adscritos a las unidades de Documentación de sus respectivos cuerpos, han gestionado todos los problemas que han podido tener los españoles con su documentación.
Desde las diez de la mañana y hasta las diez de la noche, como explica a Efe Sánchez, ambos han compartido su trabajo con 59 policías de 28 países en el Centro de Coordinación Policial Internacional de Brasilia.
Sánchez, un exmilitar natural de Punta Umbría (Huelva) que quiso hacerse policía, también resalta las escasas incidencias: en los diez primeros días sólo habían tramitado dos denuncias de robo a españoles.
Todos repetirían la experiencia. Y, aunque no fueran por ellos, sí creen que la Policía y la Guardia Civil deben estar representadas en los eventos de este tipo.
so/ram/mlm.