Mathías Olivera, el héroe inesperado
Juan José LahuertaGetafe (Madrid), 21 abr .- Hasta que marcó el gol que permite al Getafe soñar con Europa, el uruguayo Mathías Olivera apenas sumaba 46 minutos en Liga. Luego añadió a su cuenta otros 67 más, los que completó para terminar el choque ante el Eibar y convertirse en el nombre más importante de su equipo.
Gracias a su tanto, el Getafe alcanzó los 48 puntos y se instaló en la octava posición, empatado con el Sevilla (tiene un partido menos) y a seis del Villarreal, equipo que marca la frontera de las competiciones europeas. Olivera, permitió mantener el sueño continental de los hombres de José Bordalás.
Pero la historia de Olivera en el Getafe hasta su acierto en el minuto 23 del choque ante el Eibar no ha sido fácil. Casi siempre fue uno de los elegidos por Bordalás para quedarse fuera de la convocatoria por motivos técnicos. Y, cuando no fue así, fue carne de banquillo.
En total, Olivera, una joven promesa de Uruguay de sólo 20 años, se quedó en la grada en 29 encuentros de Liga. Fue convocado ante el Levante, el Málaga y el Betis y en ninguno de esos tres choques disfrutó de minutos. Sólo contra el Eibar, su único partido titular en Liga, ante el Valencia (12 minutos), y frente al Betis en el choque de ida (un minuto), pudo lucir la camiseta del Getafe.
La Copa del Rey, su único reducto para tener visibilidad, se cortó de raíz tras la pronta eliminación en el enfrentamiento contra el Alavés. Olivera fue titular en el choque de ida y disputó todo el encuentro, mientras que en el de vuelta, no fue convocado. El futbolista charrúa ha aportado a sus estadísticas 193 minutos en partidos oficiales.
Procedente de Nacional, el lateral izquierdo uruguayo se convirtió en jugador del Getafe el pasado 14 de agosto, cuando se hizo oficial su fichaje por el conjunto azulón. Firmó un contrato por seis años, hasta 2023, y se unió a la nómina de uruguayos presentes en la plantilla: Mauro Arambarri y Damián Suárez.
Durante su presentación oficial, Olivera se mostró ilusionado con la idea de jugar junto a sus compatriotas: "Estoy muy contento de estar aquí. El Getafe es un gran club y el grupo me ha recibido bien. Son todos muy buenas personas. Su presencia (la de Arambarri y Damián) me ha ayudado mucho porque estamos muy unidos y creo que me ha venido bastante bien. Quiero ir paso a paso", dijo.
Ese "paso a paso" ha sido muy lento. Olivera, que jamás levantó la voz para reclamar más minutos, es un trabajador silencioso, incansable, que ha tardado muchísimo en conseguir que su entrenador le diera una oportunidad en Liga para entrar entre los once elegidos que jugaran un partido desde el inicio.
Las bajas de varios jugadores le abrieron un hueco en Eibar y Olivera no defraudó. Jugó un partido correcto y en una posición que no es la suya. En el centro del campo, se ubicó escorado cerca de la banda derecha y fue el hombre del partido tras marcar el gol de la victoria.
Lo consiguió con un cabezazo, en el minuto 23, tras aprovechar un buen centro del marroquí Fayçal Fajr. Olivera se zafó de la marca de Ander Capa y dirigió la pelota cerca del poste izquierdo de la portería defendida por el serbio Marko Dmitrovic. Al instante, celebró su gol con pasión.
No era para menos. Soltó con su euforia toda su continencia acumulada. Sus ausencias de las convocatorias de José Bordalás podían restarle protagonismo en la selección sub-20 de Uruguay. Hasta el momento, el seleccionador Fabián Coito confió en el jugador del Getafe, que en verano disputó el Mundial de Corea y Japón de la categoría.
Después, Uruguay no ha jugado más partidos, pero su presencia en futuras convocatorias peligra. Sin minutos en el Getafe, Coito podía meditar su no inclusión en la siguiente lista. Podría serlo más lógico.
Ahora, por lo menos, Olivera ha conseguido que su nombre sea el centro de atención de la jornada. Lo ha hecho con una buena actuación y con un gol que da vida al Getafe en su pelea por acabar el curso en posiciones europeas. Sin duda, es el héroe inesperado de la jornada. Y lo disfruta.