Un hecho que (casi) nadie recordaba
El Real Madrid certificó el pase a octavos de final este jueves en el Santiago Bernabéu logrando algo que hacía casi dos años que no conseguía: ganando como local en la Copa del Rey. Una trámite que también rompe estadísticas.
Tras la última victoria lograda el pasado 4 de enero de 2017 (3-0, ante el Sevilla), el equipo de Chamartín había conseguido dos empates y dos derrotas como local en la Copa del Rey. Casi dos años después, volvió a vencer como local en la competición copera.
Primero fue el Celta, que consiguió vencer a aquel conjunto de Zidane (1-2) para, posteriormente, eliminarlo en un mal partido en Balaídos. Después llegó el Fuenlabrada, que un loco encuentro levantó al público de sus asientos consiguiendo un empate en el 89'. Por suerte, no significó la eliminación.
El pase a la siguiente ronda emparejó al Real Madrid con el Numancia, equipo que también consiguió empatar en el Bernabéu (2-2) y que obligó a los de Zidane a esforzarse lejos de casa para poder superar la eliminatoria.
Esa mala racha en la Copa acabó condenando al equipo blanco, que cayó eliminado en cuartos de final ante el Leganés (1-2) a pesar de haber ganado en la ida en Butarque.
La historia, por suerte, cambió este jueves. El Real Madrid, con un Asensio estelar, anotó tres goles en apenas diez minutos y dejó al Melilla totalmente desconectado, más tras la goleada conseguida en la ida.
Solari gana, convence y, por si fuera poco, borra estadísticas negativas de los últimos cursos del Real Madrid en la Copa del Rey.