El Rayo cierra una temporada para olvidar con el regreso a Segunda
David Ramiro
Madrid, 19 may .- Con récord de abonados -13.500- y la ilusión desbordada por la vuelta a Primera, el Rayo inició una temporada que se cierra con el descenso y por medio se cobró el puesto de Míchel, que fue sustituido en el banquillo por Paco Jémez, elegido para comandar un nuevo proyecto en Segunda con el que intentar devolver al equipo a la máxima categoría.
La dirección deportiva acometió una profunda renovación en la plantilla para el proyecto de Primera, pero, como suele ser habitual, dejó gran parte de las incorporaciones para los últimos días de mercado, lo que provocó que Míchel no pudiera trabajar con sus jugadores durante la pretemporada e iniciara la Liga con un equipo de mínimos y dos derrotas antes del 31 de agosto.
La apuesta principal del director deportivo, David Cobeño, fue por el regreso de jugadores con pasado rayista (Amat, Gálvez, Abdoulaye Ba, Bebé, Tito y Kakuta) sin mucho protagonismo en sus anteriores clubes, futbolistas sin experiencia en Primera (Dimitrievski, Álvaro García, Pozo y José León) y la continuidad de algunos que ya en Segunda (Akieme, Javi Guerra y Lass) tuvieron poca participación.
Con esos mimbres poco sólidos, el único refuerzo que ilusionó fue el delantero Raúl de Tomás, que ya estuvo en Segunda y ha marcado este curso catorce goles, y el peruano Luis Advíncula, cuya irregularidad ha marcado su temporada, aunque no ha mermado su valor de mercado.
Para aspirar a la salvación, la defensa y los números a domicilio son importantes y en este caso ninguno ha sido bueno. Como visitante el Rayo ha sumado once puntos lejos de Vallecas, uno menos que el colista, el Huesca, con un balance de 16 goles a favor y 38 en contra, siendo sido el equipo que menos marca y más encaja.
El mercado de invierno, a diferencia de otras ocasiones, fue una oportunidad fallida. Incorporó cuatro jugadores y solo el centrocampista Mario Suárez dio un salto de calidad a la plantilla y se asentó en el once titular.
El delantero argentino Franco Di Santo ha vivido a la sombra de Raúl de Tomás hasta acabar desaparecido de las convocatorias, el centrocampista nigeriano Uche Agbo tuvo unos problemas personales que le impidieron debutar hasta dos meses después de su incorporación y el central Alejandro Catena solo ha debutado una vez descendido el equipo.
A nivel numérico, 70 goles en 38 partidos es un balance demoledor, con una media de casi dos por encuentro. El balón parado ha sido un quebradero para la defensa rayista y principalmente para Míchel, que no supo frenar esa sangría y acabó destituido.
Los errores en la salida del balón desde atrás y los fallos en zonas comprometidas del campo por falta de concentración también han influido negativamente en estos números tan negativos.
Con esa flojera defensiva, en ataque el único que ha rendido es Raúl de Tomás, puesto que Franco Di Santo y Javi Guerra no se estrenaron y el mediapunta argentino Oscar Trejo solo celebró un tanto.
Estas próximas semanas deben servir de borrón y cuenta nueva para el Rayo, que debe moldear un proyecto ganador para intentar el ascenso a Primera aprovechando el fondo de compensación que da LaLiga a los equipos descendidos. El reto, según Paco Jémez, es "ilusionante".