Girona une de nuevo a la mítica pareja de centrales Kiko-Alcalá

Muchos malaguistas no lo olvidan ni lo olvidarán. Ese once de auténticas circunstancias en El Helmántico, con el agua hasta el mismísimo cuello en aquel mes de abril de 2007. Algunos se lo saben hasta de carrerilla: Goitia; Molinero, Kiko, Alcalá, Valcarce; Gascón, Silva; Jonatan Valle, Hidalgo, Calleja y Couñago. De entre todos, obreros del fútbol en aquel Málaga de Segunda, sobresalían dos, los centrales Kiko y Alcalá. Muñiz se había quedado sin defensas y se vio obligado a hacerlos debutar de un plumazo. Los centrales de ese Málaga fueron los novatos Kiko y Alcalá.

Cumplieron tan bien que dejaron la puerta a cero. Ni Braulio ni el clasiquísimo Quique Martín supieron cómo hincarle el diente a aquellos chavales con dorsales superiores al ‘50’ y un porvenir divino ante sus botas. Fue el único partido de Alcalá con el primer equipo del Málaga, mientras que Kiko, ahora Kiko Olivas y natural de Antequera, sí tuvo más continuidad hasta el final de aquella temporada agónica con claro riesgo de descenso a Segunda B y posterior desaparición. Aquella tarde en El Helmántico, a siete jornadas para el final de Liga, Kiko y Alcalá fueron dos bomberos novatos que apagaron su fuego con eficacia.
Más de ocho años después vuelven a coincidir. En el Girona, que en el último día del plazo de fichajes presentaba a Alcalá, procedente del Llagostera. Los dos armaron las maletas tras aquella primavera de 2007. Kiko se fue a la cantera del Villarreal. Allí hizo carrera llegando a debutar con el primer equipo, convirtiéndose en capitanísimo de su filial y no escalando más por las manías de Juan Carlos Garrido. Luego Córdoba y Sabadell, donde se destapó como goleador (seis tantos en dos años pese a ser central).
Alcalá, por su parte, se fue al Alcorcón empujado por su polémico agente, Pepe Plaza, que después se convirtió en administrador concursal del Rayo (las vueltas del fútbol). Inició el murciano entonces un periplo interesante con escalas en Marbella, Real Unión, Getafe, Almería, Murcia y Llagostera, incluida alguna llamada con la ‘Rojita’ y un buen cartel de central solvente.
Ahora se ven las caras en un Girona que se ha asentado firmemente en Segunda y que volverá a pelear por subir a Primera como la campaña pasada. Allí estarán Kiko y Alcalá, aquellos centrales jóvenes que se hacen mayores con el recuerdo de una tarde inolvidable de debut conjunto con el Málaga en Salamanca.