Amrabat y Javi Guerra, los últimos mirlos del mercado invernal

El mercado de enero no suele ser excesivamente fructífero para los clubes. Quienes se ven abocados a acudir en busca de fichajes a mitad de temporada es porque acarrean problemas deportivos o imprevistos en forma de lesiones y generalmente acumulan errores en la confección de la plantilla. Las circunstancias han obligado al Málaga a buscar fichajes en enero en demasiadas ocasiones. Y el balance, como en la mayoría de clubes, es bastante negativo.

Predominan las apuestas poco exitosas, pero también hay aciertos. El hoy estandarte y jugador franquicia del proyecto, Nordin Amrabat, se convirtió en una de las atracciones de la Liga tras su llegada a Martiricos en enero de 2014. Con el equipo contra la espada y la pared y con Schuster más que discutido, la irrupción del internacional por Marruecos fue decisiva para que el Málaga levantase el vuelo en los meses finales de la temporada y lograse una salvación relativamente tranquila.
También sumó lo suyo Javi Guerra, que aterrizó en Málaga cedido el pasado invierno y, a pesar de algunos problemas musculares y unas cuantas suplencias, cerró el ejercicio con cinco goles, dos de ellos en el último partido ante el Sevilla, y dejando muestras del buen delantero que es. De hecho, el club intentó sin éxito seguir contando con él para esta temporada.
Ellos dos, Amrabat y Javi Guerra, son los últimos mirlos que el Málaga ha encontrado en el mercado invernal. Echando la vista atrás en el tiempo hay otros ejemplos de jugadores importantes. Como Baptista, Demichelis, Willy Caballero o el propio Camacho, que llegaron en el mismo mercado (Willy lo hizo en febrero tras lesionarse de gravedad Asenjo) y que a corto o medio plazo acabaron dando un rendimiento excelente. Igual que Kameni, fichado en 2012 y que después de muchos meses a la sombra de Willy se ha convertido en uno de los pilares del equipo.
Inolvidable es también el caso de Fernando Baiano. El delantero brasileño llegó a un equipo descosido, en plena crisis institucional y, junto con la llegada de Antonio Tapia al banquillo, revolucionó la segunda vuelta de la temporada 2004-05, en la que el Málaga sumó 36 de los últimos 60 puntos con nueve goles de Baiano.
El capítulo de desaciertos es más amplio. Por citar a algunos de los más recientes podemos reseñar la llegada de Filipenko, aún inedito en la Liga y que sólo ha jugado 25 minutos oficiales en diez meses. En 2014, junto a Amrabat también llegaron Iakovenko, Pablo Pérez y Rescaldani. Unos meses antes llegó José Manuel Casado, en plena recuperación de una grave lesión de rodilla tampoco encontró la continuidad que deseaba en La Rosaleda.
Mirando más atrás se puede incluir en esta lista de refuerzos discutibles a Lugano, Lucas Piazón y Pedro Morales, llegados en enero de 2013. A Felipe Caicedo (2010), Adriano Ferreira (2009), Erice (2008), Iván Rosado (2007) o Gabriel, Antonio López o Jorge Ribeiro, todos ellos llegados a principios de 2006 con un rendimiento bastante pobre. Mejores prestaciones dio Ricardo Bóvio, pero el medio acabó engullido por la desastrosa dinámica de un Málaga entrenado por Manolo Hierro y tuvo que hacer las maletas en junio, una vez consumado el descenso. Tote o Míchel (llegados en 2005) también forman parte de esta extensa lista.
El mediocentro, las bandas y la delantera son las posiciones en las que el Málaga está centrando sus labores de rastreo con vistas al mercado invernal. Habrá que ver si finalmente los dirigentes se lanzan a fichar y, de ser así, si lo hacen con el acierto deseado.