No hay salida para este Málaga

Es tan fina y ficticia la línea en la que se mueve el Málaga, que cualquier revés, sea mínimo, o mayúsculo como ante el Leganés, acaba desmoronando a un equipo roto. En esta ocasión, fue un gol que no debió subir al marcador por la posición de fuera de juego clara de Rico el detonante para que los de José González entraran en ese círculo vicioso en el que se han convertido los encuentros que disputan. Pasan las jornadas y siguen las derrotas. Los errores no cesan.
Todo parece destinado para que el equipo no levante la cabeza, para que los meses que restan de competición sean un calvario continuo en el que mostrar las vergüenzas. Empezando por los tumbos del entrenador, tanto al disponer el once inicial como con los cambios, siguiendo por la inoperancia del plantel y terminando por los errores arbitrales y algo de mala suerte. Sí, porque también se puede hablar de mala suerte en esta jornada en el gol de Amrabat.
Si de consolarse o buscar excusas se trata, se puede agarrar uno al grave error arbitral o a la mala suerte de Roberto al que le bota el balón justo en la carta en el segundo gol. Pero claro, quizás sea más justo incidir en la incapacidad total para ver puerta del Málaga, para la dificultad alarmante que tiene el entrenador gaditano en leer los partidos o en la sonrojante falta de calidad o capacidad de algunos jugadores que siguen vistiendo la elástica blanquiazul semana tras semana.
Es triste la realidad de este Málaga que no tiene la mínima capacidad para reponerse. El Leganés, que había marcado un único gol en las últimas siete jornadas, le hizo dos al conjunto costasoleño en apenas unos minutos al inicio de la segunda mitad. Y eso, que los de José habían cuajado un primer tiempo medio digno con ocasiones claras de gol y manteniendo casi a raya al rival.
Pero es más de lo mismo, este equipo ofrece algunos claros en sus continuos oscuros. Y al primer golpe queda tumbado en la lona. Al Leganés le valió un buen segundo tiempo para romper su sequía de victoria. El colchón con el que cuenta le hizo salir al verde con la idea de llevar el peso del juego. Cómodo con ese planteamiento, el equipo de José González buscaba en las contras algún asidero donde agarrarse para puntuar en Butarque.
Siendo aún pobre, la producción ofensiva del Málaga mejoró ante el Leganés antes del descanso. Aunque, como el Guadiana, desaparecería por completo durante la segunda. Avisó primero el cuadro madrileño con un tiro cruzado de El Zhar. Nada nuevo bajo el sol esta primera ocasión del rival que volvía a pillar dormida la zaga malaguista. Pero encauzó el duelo y se mantenía el equipo serio atrás sin conceder en exceso. Por contra, Diego Rolan rozaría el gol hasta en dos ocasiones antes del descanso y eso, en este Málaga, es mucho decir.
Desaprovechadas las ocasiones, el guión fue idéntico al de otros muchos partidos y la película acabaría con el peor final posible, como siempre. Una nueva derrota y son ya seis consecutivas. Cifras tan grotescas que no soportan explicación alguna por parte de los protagonistas.

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com