El último servicio del Mariscal

Una década dedicada al Málaga da para mucho. Weligton Robson Pena de Oliveira se ha forjado un nombre entre los históricos del club costasoleño y su figura quedará por siempre grabada a fuego en la retira de los malaguistas. 285 partidos, más de 25.000 minutos jugados y un sin fin de historias con ascenso, permanencias y Champions incluida son parte del legado que ha dejado este espigado defensor que llegó allá por el verano de 2007 de la mano de Juan Ramón López Muñiz.

Un futbolista que ahora ve los toros desde la barrera a la espera de volver a ayudar al club de su vida y que se retiró de los terrenos de juego antes de lo esperado a sus 38 años. Curiosamente, el último servicio del Mariscal fue ante el rival de este domingo, el Villarreal, allá por el 10 de septiembre de 2016, en el único partido que disputaría la pasada campaña, la de su retirada.
Las lesiones y los problemas físicos marcaron su última campaña como blanquiazul. Sólo jugó un partido, aquel ante el Villarreal el 10 de septiembre de 2016 en La Rosaleda. Días más tarde tuvo que ser operado de una lesión de menisco interno y condral que finalmente acabó con su carrera. En el mercado invernal del año pasado, el zaguero dejaría su ficha libre para que el club pudiera incorporar a Peñaranda. 
Sería un curso extraño para Weligton, que pasaría a ser parte del cuerpo técnico junto a Marcelo Romero primero y después con Míchel. Terminada la pasada temporada, el 17 de mayo, el central se retiraba como futbolista arropado por familia, amigos y compañeros. Después llegarían unos meses en su Brasil natal, donde ha estado hasta hace poco dedicando su tiempo a su familia. Ahora, ya en España, sigue más que de cerca la situación del club y sigue formándose para poder seguir vinculado al mundo del fútbol profesional.
Ahora, que el Málaga se enfrenta este domingo al Villarreal en La Rosaleda, se vuelve a hacer presente la figura de Weligton, quien vestiría la elástica blanquiazul por última vez en la última visita del conjunto castellonense. Aquella tarde, el conjunto de Míchel perdía 0-2 con goles de Jaume Costa y Sansone. Nadie podía pensar que tras aquel choque, Weligton no volvería a lucir la camiseta del Málaga y el brazalete de capitán que tantos años portó.