Nuevo ‘Pleno al 14’ de Muñiz
Juan Ramón Muñiz ha tardado sólo dos jornadas en encontrar su ‘14’ tipo (once inicial y tres cambios). Por segundo partido consecutivo, y dentro de que algunos jugadores aún no han podido debutar, el técnico asturiano empleó a los mismos futbolistas, con sólo un cambio en el equipo inicial con respecto a Lugo (Juankar por Ontiveros), y volvió a tener un manejo magistral de las sustituciones que, de nuevo, decidieron el encuentro. Tienen un aire ‘Juandesco’, su gran mentor, estos triunfos, protagonizados por jugadores de refresco en los tramos finales de los partidos. Como los que ganan la partida de ajedrez con movimientos sesudos y estudiados.
El Málaga, un Málaga con paciencia y con un gran grupo como base moldeado por su entrenador, supo sufrir cuando no tuvo el control, cocer el partido y trabajar para generar ocasiones y esperar sus oportunidades. Algunas tuvieron un final timorato (Recio, Adrián o Blanco Leschuk), pero Munir no pasaba apuros y cualquier acción a balón parado a favor llevaba el peligro a la meta rival (cuánto ha mejorado ahí el equipo blanquiazul).
Los cambios de Muñiz fueron en parte previsibles, pero categóricamente decisivos. Al cuarto de hora de la segunda parte, con el duelo cerrado, Blanco Leschuk e Hicham salieron al campo para darle otra cara al partido. Suplieron a un diluido Adrián como segundo punta y a un activo Renato Santos. El primero, Blanco, además de marcar un golazo muy difícil, aportó mucho de espaldas y demostró conocimiento del juego posicional (recordó en algunos aspectos a Roque Santa Cruz); y el segundo, Hicham, le volvió a dar otra dimensión al partido. Es algo individualista, pero encara y tiene un desparpajo y una ambición que enamoran. Harper, de los mejores ayer, se mostraba más cómodo con ambos en el campo a pesar de la fatiga.
El Málaga metió una marcha más y fue el tercer cambio el que aniquiló el partido. Ontiveros salió centelleante, como suele, dispuesto a marcar las diferencias. Y lo hizo con una buena jugada iniciada en un saque de banda de Luis Hernández. El marbellí se inventó un centro imposible con la izquierda que mejoró Blanco con un giro de cuello de alta escuela. Los cambios, unidos al buen hacer de todos (mención especial para la honestidad y el pundonor de Cifu), habían modificado el escenario y encarrilado el triunfo. Seis de seis del Málaga y pleno al ’14’ de Muñiz. Jugar, por ahora, va a estar caro, pero el grupo demuestra que no tiene fisuras ni dentro ni fuera. Que siga.
