Delanteros al borde de la suspensión
El Málaga tiene un nuevo problema en el frente de ataque. Tras la tarjeta que Harper vio en el segundo tiempo ante el Reus, Juan Ramón Muñiz tiene con cuatro amarillas a sus dos delanteros titulares. Tanto el fuengiroleño como Blanco Leschuk están al borde de la suspensión, por lo que deberán andarse con cuidado para no ver la quinta amonestación de la temporada, que les obligaría a perderse un encuentro.
El futbolista argentino lleva ya tres partidos en el alambre de la suspensión. Vio su cuarta tarjeta en la visita del Málaga al Mallorca y desde entonces se ha enfrentado al Cádiz, al Oviedo y al Reus sin ser amonestado. Harper, por su parte, sí ha visto tarjeta en los dos últimos choques, lo que le ha llevado a acumular cuatro amarillas y a estar a una de la sanción de un encuentro.
Sería un problema para Muñiz que Blanco Leschuk y Harper vieran la quinta amarilla en Zaragoza, pues no sería fácil encontrar recambios para ambos. Koné aún no entrena con el grupo y sigue sin estar al cien por cien recuperado de su lesión muscular, mientras Héctor Hernández apenas está contando para el técnico. Este domingo jugó contra el Reus, pero tampoco aprovechó la oportunidad. De hecho, el canario es uno de los que pueden salir en este mercado de invierno. Una alternativa podría ser el que debe ser el primer fichaje de este mes de enero, Seleznyov. Se espera que el club haga oficial su incorporación este martes, pero el ucraniano todavía no se ha entrenado con el grupo. Todo dependerá del estado de forma en el que haya llegado. Si está para participar y los ahora titulares ven la quinta amarilla, lo normal sería que el veterano ariete tuviera su oportunidad.
Diego González, también apercibido
También está con cuatro amarillas Diego González, que fue amonestado en la acción del penalti sobre Querol. En cualquier caso, Luis Hernández ya trabajó con el grupo varios días de la semana pasada, por lo que el madrileño debe estar disponible pronto, de ahí que una hipotética sanción a Diego González sea a priori menos preocupante para Muñiz.
