Fichajes postreros todavía a cero
Fue un día ajetreado en las oficinas de La Rosaleda el 31 de enero, último día de mercado invernal. Se marcharon Juanpi y Héctor Hernández y llegaron Iván Alejo, Brezancic y Werner. Los dos últimos llevan integrados en la dinámica del conjunto blanquiazul desde el 5 de febrero, pero todavía están inéditos. No han disputado ningún minuto con su nueva camiseta ni han entrado en ninguna convocatoria, por lo que aún no han podido ayudar al equipo a nivel competitivo.
El lateral serbio tuvo un problema estomacal que le impidió ejercitarse al cien por cien en su primera semana en la Costa del Sol, pero ya lleva casi un mes entrenándose sin ningún contratiempo. La competencia en la defensa es importante, y Ricca es un fijo para Muñiz. No es el único al que le está costando entrar, pues jugadores como Lombán o Cifu tampoco están teniendo minutos en los últimos partidos.
Werner, por su parte, trabajó desde el día uno junto a Munir y Kieszek bajo las órdenes de Toni Mengual, pero Muñiz sigue apostando por el melillense como titular y el polaco como suplente. El meta argentino, que se mostró ambicioso en su presentación como malaguista, podría entrar por primera vez en la lista frente al Nástic de Tarragona (jornada 31) si Munir es convocado por Marruecos para la próxima fecha FIFA.
Ambos llegaron procedentes del Huesca (Werner cedido por el Atlético) en una especie de intercambio por Juanpi, que hizo las maletas rumbo a Aragón para tratar de ayudar al conjunto oscense a lograr la permanencia en Primera. Sabían que venían a un equipo hecho y en buena dinámica, recalando en el Málaga más como complementos y fondo de armario que como primeros espadas. La otra cara de la moneda la protagoniza Iván Alejo, que sí ha tenido participación desde el primer día. Entró directamente al once frente a Las Palmas y fue titular también en los tres encuentros siguientes. Una lesión muscular puede frenar ahora al extremo de Pucela, que tiene complicado llegar al partido del lunes ante Osasuna.