Un punto que es mucho punto

Un punto es más punto cuando se consigue como lo hizo el Málaga CF. Reponiéndose a un enorme número de bajas, sabiendo jugarle a un aspirante al play off y demostrando que está tremendamente vivo. Suma cinco partidos sin perder, tres sin encajar y con sensaciones positivas. La unión es total, también el compromiso. De hecho, en Vallecas al pastel sólo le faltó la guinda. Y pudo caer en una gran segunda parte del equipo, que durante muchos minutos maniató a un Rayo que, no obstante, terminó asustando en los compases finales. Otro punto más para terminar la jornada cuatro por encima del descenso.

Con Buenacasa como referencia y la dupla Ramón-Keidi abasteciendo el centro del campo, el Málaga pisó Vallecas demasiado comedido. Al menos durante los primeros minutos. De ahí salieron las primeras llegadas del Rayo, con un balón que Juankar sacó casi bajo palos y Trejo o De Frutos caracoleando por el centro hasta probar fortuna. Le costó un mundo a los de Pellicer sacar el balón, con la banda izquierda más pendiente de Advíncula que de llegar arriba. Por la derecha, Renato desaprovechó la titularidad y Cifu provocó la primera ocasión por puro ímpetu. Era ya el minuto 23.

Gran partido de Buenacasa

Lo mejor de la primera parte lo puso Buenacasa, posiblemente también en la segunda. Aportó un ramillete de buenos movimientos fuera del área, todos ellos de espaldas, que rascaron varias tarjetas amarillas a jugadores rayistas y multitud de contragolpes. Le faltó, por ponerle un pero, pisar algo más de área. Pero simplemente es que el Málaga no fue capaz de desarbolar en sus arrancadas la zaga franjirroja, y sólo un disparo de Keidi Bare desde la larga distancia midió el nivel de concentración de Dimitrievski. Una parada para la foto, la antesala de la última antes del descanso. La tuvo De Frutos tras una pérdida inconcebible de Keidi. Por fortuna, metió mucho exterior al golpeo y el efecto evitó males mayores para Munir.

Entró Benkhemassa, se fue Ramón, y el Málaga mutó en otro equipo. Más seguro, más valiente. Comiéndose al Rayo. Lo primero que se vio en la segunda parte fue una ocasión tremenda para el Málaga. Lombán se puso el disfraz de quarterback, dibujó un pase de la frontal a la frontal y Cifu, entrando como un ciclón, hizo buena la salida a por el viñedo completo de Dimitrievski. Metió la cabeza el goleador ante el Girona, pero el balón se fue despacito junto al palo rayista. La respuesta la puso De Frutos, en un balón muerto que definió con más potencia que colocación para la suerte blanquiazul. El Málaga, mucho más metido, presionó más al Rayo arriba y eso se pudo palpar. Algo reactivó Pellicer en el intermedio.

Maniató al Rayo y terminó achicando agua

Con gran orden táctico y mirando hacia arriba, Buenacasa la tuvo en un remate de cabeza que salió demasiado centrado. El que mandaba era el Málaga, siendo protagonista en todas las facetas, ante un Rayo perdido y por momentos sin fuerzas. En la última pausa de hidratación había más hambre en la cara de los de Pellicer que en los de Jémez, desgañitado sin encontrar soluciones. En esas dudas, Mario Suárez perdonó al Málaga en un balón que le cayó estando completamente solo en el área pequeña. Después, en un caramelo de Trejo, Saveljilch tuvo otra idéntica, esta vez de cabeza, que malogró con la defensa llegando tarde al despeje.

Terminó el Málaga sufriendo, el Rayo hizo daño por los costados y en el balón parado anduvo algo flojo el equipo. Pero en las pequeñas batallas también le sonrió la suerte al cuadro blanquiazul, con Munir acertado en un par de acciones complejas en las que el balón salió rechazado hacia su portería. En suma, un buen punto, ante un rival que quiere el play off y con un sinfín de bajas viendo el partido desde casa. Ya son 45 puntos, el objetivo está más cerca.