Qué triste Betis, qué triste...
Real Betis - RCD Mallorca | |
0 | 0 |
Goles: No hubo |
Mark González regresó como titular y jugó la primera parte-El futuro de Chaparro pende de un hilo tras la eliminación copera
{mosimage}
Y qué pena. Qué pena haber dejado pasar una oportunidad como la que se le ha ido al Betis para meterse en las semifinales de la Copa del Rey. Un hito que sólo ha conseguido en diez ocasiones. Que no es algo habitual en la historia bética, vamos, y por tanto escuece aún más lo sucedido esta noche de miércoles nefasta para el Betis. Porque nefasto ha sido el Betis. Ha sido peor que el Mallorca en el total de la eliminatoria y ha caído con justicia ante un equipo limitado pero que en estos dos partidos ha demostrado ser más equipo que el bético, algo que no es difícil, por otra parte. Ha estado mejor puesto en el campo tanto en Mallorca como en Sevilla y ha hecho algo que el conjunto de Chaparro es casi incapaz, un gol. Urgen soluciones para la situación verdiblanca, en la que ahora mismo sólo se otea angustia, aniquilada ya la ilusión copera. Urgen soluciones de Chaparro o del que venga, pero soluciones al fin y al cabo.
Tímida reacción tras el descanso
El Betis dejó pasar los primeros 90 minutos de la eliminatoria de cuartos en Palma y los 45 minutos de la primera parte. Demasiada ventaja para el rival. Se suponía un equipo que saldría a por todas, a por el partido, a por las semifinales, a por la Copa, y apareció un equipo frío, flojo, inocente, inocuo, que parecía estar en un partido sin más. Así le costó poco al Mallorca meterse en el choque, componerse en el campo e incluso tener alguna ocasión (Varela) peligrosa para contrarrestar algún tímido intento de Emaná. Pero los 45 minutos se agotaron, sin más, sin acción ni riesgo, y así lo entendió el público, que despidió a su equipo pidiéndole testiculina entre pitos.
Pareció más acorde a la situación la segunda parte. Puso más el Betis, incluso dio algún arreón inicial y el Mallorca sufrió. Pero qué poco. Apenas diez minutos que demostraron que el Betis no da más de sí. Tampoco lo dio el Mallorca, a pesar de aprovechar el pésimo posicionamiento de los de Chaparro, que no arreglaron sus cambios, más bien al contrario, para tomar aire e incluso poder finiquitar la eliminatoria. Trejo y Varela pudieron hacerlo, pero dieron vida al Betis para que llegara con esperanza a los últimos minutos, a un descuento repleto de ansiedad, y de tristeza. La que emana de este Betis que ha dejado ir una semifinal de Copa, cualquier cosa.