Cualquier excusa es buena para salvarse
{mosimage}Esta noche el Betis no sólo juega en La Rosaleda. Cierto es que una victoria verdiblanca en la Costa del Sol sería suficiente para espantar el fantasma de la tragedia y evitar de paso una cardíaca última jornada del campeonato. Sin embargo, visto el empeño en sufrir, sería mejor también echar un vistazo a otros campos ya que este Betis no se ha caracterizado a lo largo de la temporada en generar confianza. Barcelona y Valladolid tienen toda la simpatía bética en esta ocasión, e incluso tampoco estaría de más mirar de reojo como vaya la historia en Getafe. Pero sobre todo, en Málaga es donde Nogués y los suyos pueden decir algo definitivo. Depender de los demás nunca es agradable, pero si eso sirve para dar carpetazo a este mal sueño, todo remedio vale para estos casos. Pero pensando en uno mismo, el técnico catalán sólo cuenta con la ausencia de Mark González por sanción. En una semana tranquila, sin molestias ni sobresaltos de última hora, que provocará presumiblemente el regreso al once de Ricardo Oliveira, convertido estas últimas semanas en el hermano malo de aquel que deleitaba a la grada. Nogués quiere recuperarlo para la causa, al igual que a Emaná, aunque éste último tiene todas las papeletas para seguir calentando banquillo. En este sentido su apuesta fue valiente ante el Almería, y visto el resultado no parece muy dispuesto a contradecirse después de una victoria. Enfrente estará un Málaga venido a menos en las últimas jornadas, con escasas opciones de jugar el próximo año en Europa, aunque alguna le quede matemáticamente.