El Cajasol se suicida ante un Riga inferior (83-82)
Una vez más, el Cajasol ha perdido un partido con final ajustado. De esos que la pasada temporada casi nunca se escapaban pero que en esta se han convertido en una quimera para los sevillanos. Además, tras la exhibición ante el Caja Laboral, los de Plaza han dado su peor imagen de nuevo ante un rival bastante más limitado. Hablamos de un partido donde la imprecisión en el juego fue la tónica genérica en ambos equipos. El problema, es que el año pasado el Cajasol jugaba a todo lo contrario y esta campaña parece no haberse posicionado todavía. Desde luego, partidos como el de Riga no le pegan en absoluto, de ahí el caos vivido ante un equipo inferior.
El primer cuarto estuvo marcado por la igualdad en el tanteo, de hecho los letones lograron en un par de ocasiones la máxima diferencia en favor de un equipo, tres puntos (11-8 y 15-12), en un marcador que finalizó dos arriba para los de Plaza (21-23). En los segundos diez minutos de partido se inició el desconcierto cajista, aunque tampoco es que los de Riga aprovecharan el atasco monumental del ataque sevillano (apenas dos puntos en seis minutos). El Cajasol siempre fue por debajo, salvo en el 30-30, pero la mejor noticia era que no le perdía la cara al partido.
Tras el descanso, los sevillanos vivieron un momento crítico. El ataque seguía espeso, el juego iba y venía de una canasta a otra bajo un descontrol poco favorable a los de Plaza, y los letones lograron una diferencia de hasta diez puntos a su favor (56-46). El intermitente Bullock, Urtasun y Cabanas fueron capaces de parchear el desaguisado y evitar un suicidio prematuro, limando la diferencia letona a cuatro puntos antes del cuarto decisivo (64-60). Afortunadamente los mejores minutos del Cajasol aún estaban por llegar. Con un quinteto conformado por Urtasun, Sastre, Kirksay, Cabanas y Triguero, los de Plaza endosaron en el arranque del último cuarto un parcial de 0-11 (64-71) a los balcánicos, logrando así la mayor renta de todo el partido. Sin embargo, las rotaciones y los errores volvieron a condenar a un equipo que esta temporada se empeña en renunciar a la identidad que tanto éxito le otorgó la pasada temporada.
De hecho, fue el Caja el que perdió el partido, no el Riga quien lo ganó. Basta reflejar el último minuto para corroborarlo. Posesión para los sevillanos, marcador 83-82. Bullock ejerce de base, Sastre se la juega desde el perímetro y el balón no toca ni el aro. Aún así, Katelynas se hace con el rebote y da una nueva oportunidad. En este caso, es Kirksay quien erra el triple y Sastre quien alcanza el rebote. Nueva oportunidad, ya con veinte segundos de partido. En este caso Bullock ejerce de 'Juan Palomo' pero tampoco logra la canasta, y sobre la bocina, primero Sastre y después Kirksay vuelva a fallar ante un aro que parecía infranqueable. Al final, derrota y serias dificultades a partir de ahora para seguir en la Eurocup.