Por una Europa sin tasas

La Liga Europa para el Betis es una fiesta, y debe serlo. Es una competición bonita, una competición que da lustre, dinero y que ofrece además un ramal de ilusión diferente al de la Liga, por ejemplo. A pesar de todo, se teme en el club bético que cause distracción, que desvíe al equipo de su verdadero camino de consolidación liguero. 

Y no le falta parte de razón a Pepe Mel. Lo que da de comer es la Liga, lo que sustenta al Betis es la Liga, y Europa es un aditivo para consumirlo sin presión. Pero Europa, la Liga Europa, también puede verse con otro prisma diferente. Puede verse como la oportunidad para crecer históricamente, puede verse como la oportunidad de ganar imagen, trayectoria, respeto. La competición continental da la oportunidad de medir fuerzas a nivel europeo, permite ingresar unos cuantos miles y cientos de miles de euros extra. E incluso, la Liga Europa puede servir para mejorar el rendimiento del equipo, lejos de mermarlo. 
La segunda competición en importancia a la que se enfrenta el Betis tiene un lado positivo, tremendamente positivo. Igual que sus detractores hablarán de distracciones, cansancio, sus defensores dirán también con razón que este torneo permitirá a Mel mantener la competitividad en la plantilla, permitirá a sus jugadores ganar minutos, permitirá a sus futbolistas sentirse importantes si no tienen oportunidad en la Liga, y permitirá a la plantilla, en definitiva, mejorar, y quién sabe, puede que llevar al Betis lejos en la competición. El primer ejemplo es el de esta noche, en la que Mel rotará, dará oportunidades a sus jugadores y, por ejemplo, puede hacer debutar a Dídac, darle la oportunidad a Chuli y minutos a Verdú y a Rubén tras sus lesiones (el canario difícilmente desde el inicio).
La Liga Europa es una competición bonita. Tan bonita que permite por ejemplo al equipo de Pepe Mel medirse a las primeras de cambio a un conjunto de enorme tradición como el Lyon, habitual de la Liga de Campeones y que ha firmado en los últimos años brillantes páginas europeas. Buena oportunidad para medir fuerzas ante un lustroso rival.
El Betis, además, tiene la oportunidad de avanzar fase en un grupo en el que goza de cierto favoritimo y debe empezar a hacerlo a las primeras de cambio, desde su debut en el Benito Villamarín, aunque posiblemente tenga uno de los duelos más complicados de la liguilla.
Y Pepe Mel, pese a su discurso tibio en cuanto a Europa de hace días, también lo sabe. En la previa ya dejó entrever su ambición. "No podemos estar aquí y ya está", dijo.
Por eso el Betis debe e irá a por todas en Europa, más allá de discursos, porque los futbolistas querrán disfrutar de una preciosa competición, querrán crecer, hacer crecer al Betis y ponerlo donde se merece, también en Europa.
Y no puede haber mejor inicio que el de esta noche ante un equipo de gran tradición y que pondrá a prueba la madurez continental del conjunto de Pepe Mel.
Cuando hoy suene el himno de la Liga Europa, cuando el Benito Villamarín se engalane con los colores de este torneo, por un instante, por un momento habrá ocasión de mirar hacia atrás, de ver los años de penurias, de la Segunda división, del sufrimiento, del apoyo sin reservas. Por un momento se podrán ver los días en los que el beticismo se revolvió contra una situación que exprimía al club y luego apreciar alrededor las cotas que se empiezan a conseguir. Pero será por un momento, por un instante. Al siguiente, habrá que centrarse en saltar al césped, batir al Lyon, porque el Betis tiene capacidad de sobra para hacerlo, y pensar en superarse y alcanzar una nueva ronda y crecer en Europa, con ambición.
 
Alineaciones probables:
Real Betis: Andersen; Steinhöfer, Amaya, Jordi Figueras, Dídac; Nosa, Lolo Reyes, Verdú; Chuli, Braian, Cedrick.
Suplentes: Sara; Perquis, Vadillo, Nono, Salva Sevilla, Juanfran y Rubén Castro.
 
Olympique Lyon: A. Lopes; Dabo, B. Koné, Umtiti, Bedimo; Fofana, Mvuemba, Grenier; Lacazette, Gomis, Fekir.
Suplentes: Gorgelin, Zeffane, Ferri, Gonalons, Malbranque, Briand y Pléa.