No hace falta ver al Betis para sentirlo
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Pere Ribas, un joven aficionado ciego de nacimiento, vivió el pasado viernes en el Villamarín una de las emociones de su vida. Natural de Olot (Girona), el joven bético se aficionó al equipo verdiblanco gracias a su himno. "Un día mis padres me pusieron los himnos de todos los equipos, pero cuando sonó el del Betis me gustó muchísimo. Escuché un partido y ganaron 4-0. Y pensé, puede perder, pero sé que es un buen equipo", comentaba Pere a los micrófonos de Movistar Plus.
Con el paso de los años el joven aficionado bético vio como su equipo pasaba por algunos momento complicados. Pere soñaba con vivir un partido en el estadio Benito Villamarín, y el viernes, en el debut liguero en casa, disfrutó de momentos que se quedarán para el recuerdo. Conoció a varios jugadores de la primera plantilla y se llevó para su pueblo la camiseta de Dani Ceballos. "La sensación de verdad es maravillosa. Pisar el césped y tocar la portería donde está Adán y el contrario. La verdad me ha gustado muchísimo y no lo olvidaré nunca. Sólo esperaba que llegase el viernes para cantar con la afición del Betis", afirmaba el joven aficionado.
Esta iniciativa partió de las peñas béticas que se hicieron cargo del viaje de Pere y su familia. Con ejemplos como este se demuestra la grandeza del fútbol.
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A veces no hace falta ver para sentir. Pere cruzó media España para cumplir un sueño y estar en el Villamarín. #EDFhttps://t.co/BTVelvrzOF
— La casa del fútbol (@casadelfutbol) 27 de agosto de 2016