Soporífera tarde en Nervión (0-0)

Partido sin historia, sin ocasiones y por supuesto, sin goles. El Sevilla Atlético de Diego Martínez no pudo pasar del empate a cero ante el CD Tenerife. Un encuentro marcado por el escaso ritmo de ambas entidades. Los guardametas José Antonio Caro y Dani Hernández fueron los mejores espectadores de la tarde en el Sánchez Pizjuán. En el acto final llegaron las contadas aproximaciones sevillistas por mediación del madrileño Ivy, insuficientes para perforar portería. A balón parado, tampoco hubo gran protagonismo a excepción de una falta botada por Aarón Ñíguez que abortó de manera sensacional el meta palmerino del filial. El reparto de puntos deja al combinado hispalense con 32 puntos. La escuadra chicharrera frena su buena racha de resultados y suma dos más, 34.

No arrancó el partido con mucha intensidad. Los poco más de 3000 espectadores que se dieron cita en el Sánchez Pizjuán se quedaron con ganas de más. Tanto es así que mostraron su disconformidad en algunas fases del choque. Habría que esperar hasta el primer cuarto de ahora para ver algún tipo de aproximación. Hasta entonces, innumerables interrupciones y tarjetas para para frenar el ímpetu inicial. Aitor Sanz mereció la cartulina en un salto en el que sacó el codo e impactó en el rostro del nervionense Alejandro Pozo. Sin embargo, el que si fue amonestado fue Carrillo por una réplica en una confrontación aérea con el zaguero visitante Germán Sánchez.

Churripi, el salvador

Por la banda de Ñíguez, recién llegado a España desde Braga, llegaron las principales internadas del equipo dirigido por José Luis Martí. El entrenador balear volvía pisar el césped del Pizjuán tras militar cinco años en el Sevilla. La clarividencia de ambos equipos se apagaba en los metros finales y sin definición no hay gol. Las defensas se aplicaron a fondo para 'escupir' cualquier conato de ocasión. Al filo de los 20 minutos, Curro Sánchez a punto estuvo de engatillar un balón muerto en el área que acabó taponando Aitor Sanz y posteriormente disparando fuera Ivy.

En el ecuador del primer acto debió ser expulsado Raúl Cámara por una entrada con los tacos por delante sobre el utrerano Matos. El árbitro le 'perdonó' y sólo le mostró la amarilla. Aarón Níguez volvió a evidenciar las carencias defensivas de los de Diego Martínez en una acción en la que se pecó de individualista y terminó eligiendo la peor opción. La única gran ocasión del Sevilla Atlético en el primer periodo la aportó Pozo después de aprovechar una indecisión en la zaga tinerfeña. Disparo con la pierna mala que mandó a las nubes.
Antes del descanso apareció José Antonio Caro para salvar los muebles y evitar que los blanquiazules se adelantasen en el marcador. Una falta escorada botada por Ñíguez se dirigió a la escuadra. El onubense voló de palo a palo para meter la mano y cambiar la trayectoria de una pelota que desembocó en el larguero. Sin duda, la más peligrosa ocasión en los 90 minutos.
Pese a las modificaciones en los onces el marcador no se movió. Boutobba sustituyó a Curro pasada la hora para tratar de cambiar el panorama en ataque pero no surtió efecto. Ivy, con un disparo seco a falta de quince para el final dispuso de la única aproximación reseñable de la segunda mitad para los de Diego Martínez. Al final del encuentro, reparto de puntos justos en un choque que no pasará a la historia.