Ondoa y los 20 minutos de bicicleta celebrando la Copa de África
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
Fabrice Ondoa ha vivido a sus 21 años lo que algunos futbolistas no consiguen nunca. Ganar un título continental a nivel de selecciones. El portero del Sevilla Atlético, después de estar toda la temporada de suplente de José Antonio Caro, ha brillado con luz propia en la Copa de África. “El equipo estaba con los nervios de creer que podíamos hacer algo grande. Realmente me sorprendió. Después de los partidos, tanto Javi García como José Silva, me mandaban los informes con mi actuación del partido. Así, tenía la posibilidad de mejorar para el próximo encuentro”, comenta Ondoa en ElDesmarque.
Desde que comenzó en esto del fútbol, el camerunés hizo una apuesta muy importante por la selección de su país. Ganar la Copa de África marcará para siempre su carrera. “Diría que es el momento más importante. Nunca lo olvidaré. Ni éste, ni el día que mi padre le dijo que sí al Barcelona y subía al avión para venir a La Masía. Creo que si esta Copa de África hubiera llegado con 29 ó 30 años habría sido distinta. Habría tenido otra forma de celebrarlo”, destaca Ondoa.
La consecución del título fue un momento inolvidable para el pueblo camerunés, un país que había visto en los últimos años cómo el equipo nacional bajaba de nivel y pasaba a un segundo lugar. De hecho, ganar la Copa de África fue una sorpresa para muchos. Sin embargo, durante las celebraciones, el equipo de porteros del Sevilla también estaba pendiente de Ondoa. “En las celebraciones, Javi García, entrenador de porteros, me manda un trabajo cuando estamos todo el mundo celebrando y me dice que tengo hacer 20 minutos de bici por la mañana y por la noche porque no voy a tener tiempo de adaptación y el equipo necesita a todo el mundo”, reconoce entre risas el portero del filial sevillista y añade que “consiguió que me pagaran un gimnasio. Por la mañana a correr y hacer bici”.
Para Ondoa, el punto de inflexión para ganar la Copa de África llegó “en el tercer partido contra Gabón. Jugaban en casa y tenían que ganar. En el 93 mandan un balón al palo y saco la mano para sacar el rechace. Pensé que si nos hemos salvado de esto, algo raro puede pasar aquí. Al final, todo el mundo loco y feliz. Nadie esperaba esto. Nadie apostó por nosotros y por eso lo que hemos conseguido es tan grande”, concluía Fabrice Ondoa.