Las (concretas) vueltas al puzle de Víctor

LaLiga Santander se encamina hacia su último tercio de competición y los diferentes equipos de la categoría apuran sus respectivas opciones de objetivo. El Real Betis vive sumido en una posición relativamente tranquila en la tabla. Con un colchón de nueve puntos con respecto al descenso, las miras este curso de la entidad se encaminaban a finalizar la temporada entre los diez primeros clasificados. Una meta de difícil consecución si atendemos a la imagen que se desprende del club en los últimos choques. Víctor Sánchez del Amo ha modificado levemente su patrón de juego orientado aún más hacia el carácter defensivo.

Dependiendo del rival, el técnico criado en Getafe ha oscilado su esquema del 5-3-2 al 5-4-1. Un cambio de perfil encaminado a fortalecer el centro del campo del conjunto verdiblanco. Con Dani Ceballos y Rubén Pardo como guías, en menos de un mes han pasado futbolistas como Jonas Martin, Felipe Gutiérrez, Darko Brasanac, Petros Matheus y Ryan Donk. Arriba, la sequía goleadora de Rubén Castro, y la ferviente apuesta por Tonny Sanabria ha propiciado que sólo jugaran juntos el pasado domingo contra el Real Madrid y frente al eterno rival a finales de febrero.
En defensa, el abanico está más acotado para el madrileño. Los tres zagueros compuesto por Mandi, Tosca y Germán Pezzella se vio alterado únicamente en Málaga. Bruno actuó en lugar de Mandi en La Rosaleda, en la que es la victoria más reciente en Liga. Cambios concretos y significativos al once que dejan a la defensa y los laterales como los inquebrantables. A excepción del citado encuentro en la Costa del Sol donde realizó cinco cambios por decisión técnica después de perder el derbi ante el rival de la ciudad. Tal y como fuere, el combinado bético no termina de funcionar y este sábado tiene una prueba de fuego ante un contrincante que llama a las puertas de la Segunda División, el CA Osasuna.