Una última derrota que no empaña un gran año

La falta de objetivos hace que el fútbol se convierta en una partida de la oca. De oca a oca y tiro porque me toca. El Sevilla Atlético-Rayo cumplió perfectamente el guión de un choque de final de temporada en el que los dos equipos no se juegan absolutamente nada. La jornada, la hora y el calor en las horas previas al partido no invitaban a acudir a un Sánchez-Pizjuán que al final acogió un entrada digna.

La primera parte llevó el ritmo lento que proponían los dos equipos. Como casi siempre que juega como local, el equipo de Diego Martínez intentó dominar y proponer. Esos dos objetivos los consiguió pero sin oportunidades claras de gol. A pesar de que en el primer minuto Cotán mandó una volea por encima de la meta de Mejías, al Sevilla Atlético le faltó acierto en el último pase. Algún detalle de Ivi y Borja Lasso sacó los aplausos de la grada. Poco más de los de Diego Martínez. Hay que pensar seriamente cómo acometer la renovación de estos dos futbolistas. En el futuro pueden jugar un papel a tener en cuenta en el primer equipo. 
Por otro lado, no es que el Rayo aportara nada del otro mundo pero acertó en la que tuvo. Javi Guerra mandó para dentro la ocasión más clara de los de Míchel en el tramo final de la primera parte. 0-1 al descanso y la sensación de que el Sevilla Atlético podía haberle hecho daño a un Rayo pobre y mediocre.
Sin embargo, el Sevilla Atlético no despertó de la relajación que había sufrido en la primera parte y pronto lo aprovechó el Rayo. En un fallo defensivo y falta de comunicación entre Soriano y la defensa, Comesaña empujaba la pelota a las mallas en el área chica. 0-2 y la despedida de la temporada se empañaba.
A partir de ahí el filial intentó tirar de orgullo. La falta de tensión del choque era evidente. En la segunda parte, aunque el equipo de Diego Martínez lo intentaba, las constantes imprecisiones impedían que algún acercamiento fuera peligroso. La ocasión más clara llegó en las botas de Marc Gual que quiso gustarse cuando debió chutar. Estaba solo ante Mejías. Pocos minutos después, el portero vallecano estuvo atento para evitar el gol de Matos. El portero tapó bien en la salida. Al final, la insistencia del filial trajo el gol de Gual, uno más, en el tramo final del partido.
A pesar de la derrtoa, la temporada del filial es para quitarse el sombrero. Goleadas a equipos importantes de la categoría, buen juego durante muchos tramos del campeonato o sobreponerse con entereza a una mala racha que duró casi dos meses, son algunos de los detalles de este joven y buen equipo. El último partido será una despedida para muchos. Con Diego Martínez partiendo hacia Osasuna, está por ver qué ocurre con Caro, Diego, Carmona, Borja, Cotan, Ivi o Gual. Se perdió la última batalla pero la guerra se ganó con creces.
 
 

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