La fiesta del sevillismo en Old Trafford

Fuera las penas y viva la alegría, porque esta noche ha ganado el Sevilla...". Así rezó el lema más coreado en Old Trafford, pues dicen que nunca se rinde, que el arte de su fútbol no tiene rival, que un teatro inglés brindó los sueños jamás imaginados a una hinchada que no falla, que no para cantar, que no se cansa de vivir noches históricas. Precisamente una historia que se escribió en clave rojiblanca en el feudo del todopoderoso Manchester United, del que poco dirían que jugó en casa pues la hinchada sevillista hizo del estadio británico un pequeño trocito del mágico Nervión.

Poco importó el frío, mucho menos la timidez del equipo en la primera mitad, ni tan siquiera los sustos ofensivos del United. Lo único que importaba era el Sevilla, el equipo que les permitió disfrutar de la enésima noche para el recuerdo, el mismo que les hizo vibrar y bailar al son que marcaron los goles de Ben Yedder. Y es que los más de 2.000 aficionados allí presentes no solo silenciaron el viejo Teatro de los Sueños, sino que destrozaron los anales de la entidad con el mayor desplazamiento en la máxima competición continental.
Un hito recompensado merecidamente con un triunfo de mérito, un éxtasis jamás soñado, el de codearse con los mejores equipos del continente. Una victoria que hizo disfrutar y de qué manera a la parroquia hispalense, que de esta guisa celebró y jaleó el triunfo de los suyos. El equipo no estuvo solo durante los 90 minutos y apremió el aliento de la afición con la simbiosis de cánticos al final del encuentro. Así fue la fiesta de la hinchada y la plantilla al término del encuentro, a gritos de "Forza Sevilla Campeón".
El speaker de Old Trafford, de hecho, tuvo que repetir hasta en cuatro ocasiones a los aficionados que abandonaran el estadio, ya que los sevillistas seguían festejando el pase a los cuartos de final.