El agujero en la retaguardia del Sevilla
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Desde que ha comenzado 2019, el Sevilla ha dado un bajón importante. Los malos resultados del conjunto hispalense se han registrado en LaLiga y en la Copa, y la falta de victorias meten presión al cuerpo técnico. Eliminado de la Copa del Rey y fuera de los puestos Champions en la competición doméstica, Machín tiene que volver a dar con la tecla del equipo para demostrar la seguridad que los de Nervión mostraban antes del bache deportivo.
En este sentido y salvando la Europa League, el agujero defensivo del Sevilla se refleja en los goles encajados. Desde que arrancara 2019, el cuadro andaluz ha jugado 14 encuentros en todas las competiciones (ocho en LaLiga, cuatro en la Copa del Rey y dos en la Europa League). De esos 14 partidos, el Sevilla solo ha dejado su puerta vacía en cuatro (la ida copera frente al Barcelona, el 5-0 ante el Levante y el doble duelo continental ante la Lazio).
En todos los choques que el equipo de Machín ha disputado en 2019, el Sevilla ha recibido 23 goles en contra divididos de la siguiente forma: uno ante el Atlético de Madrid, cuatro Athletic de Bilbao, dos del Real Madrid, 10 del Barcelona, uno del Celta, dos del Éibar, y tres del Villarreal. Es decir, el equipo de Machín ha recibe una media de 1,2 goles por encuentro en el nuevo año.
Este dato habla mal del balance defensivo del Sevilla y, al mismo tiempo, de la bajada de nivel de Tomas Vaclik. Para que Machín resuelva el problema de la falta de victorias, la seguridad defensiva es primordial.
