Encallado en el momento más inoportuno

El Betis sigue inmerso en una dinámica negativa, de resultados y sensaciones, que volvió a evidenciar contra la Real Sociedad con la que cayó en Anoeta (2-1). Fue en un partido gris del equipo bético, que sólo competió y transmitió opciones reales durante una fase de la primera parte. El resto demostró ser un equipo vulnerable, especialmente en defensa.

A estas alturas de la temporada el margen de error es mínimo y el Betis se ha instalado en una crisis que complica cada vez más el objetivo europeo. Son cinco puntos de distancia respecto a la sexta plaza, ubicado en la décima posición y, sobre todo, mostrando estar en plena caída y sin demasiadas señales de reacción en los últimos partidos.

Al primer golpe en forma de gol, el primero de Juanmi, se vio la peor versión del Betis en la primera parte de un equipo anodino. Luego hizo lo más complicado, que era empate en un tanto que llevó la firma de Canales. Sin embargo, los problemas defensivas acabaron lastrando al equipo con el tanto final de Oyarzabal.

Setién apostó por hasta cuatro cambios en el once inicial respecto al que empató el pasado domingo en Vallecas. Barragán, Feddal, Guardado, que volvía tras cumplir en su partido de sanción, y Loren fueron las novedades de la alineación bética. Ocuparon los puestos de Emerson, Bartra, Joaquín y Jesé.

Claro que no sólo hubo variación de nombres, sino que el entrenador del Betis decidió abandonar la línea de tres centrales y jugar con una defensa de cuatro, con Sidnei como lateral izquierdo y Tello en posiciones más adelantadas. Un dibujo de un 4-2-3-1 que inicialmente pareció servirle a los verdiblancos.

De hecho la puesta en escena bética no fue la de otras veces. Salió metido en el partido y gozó de un par de llegadas con un disparo de Lo Celso (6’) y un cabezazo de Loren (8’). Sin embargo, la Real Sociedad comenzó a estirarse y a encontrar espacios a la espalda de la defensa verdiblanca.

Una desaplicación defensiva originó el gol de los donostiarras. Todo partió, eso sí, de un córner que no fue, ya que fue Zaldúa fue el último que tocó la pelota y no Tello como decretó el árbitro. El lanzamiento del saque de esquina acabó con un remate libre de marca de Juanmi y la inactividad de la defensa bética para despejar una pelota que entró sin fuerza.

Fue como el boxeador con una mandíbula de cristal. El gol de la Real Sociedad derivó en un Betis plano y con problemas defensivos. En ataque sólo alguna arrancada de Canales. Atrás Willian José y Juanmi complicaban la vida a la zaga verdiblanca. Pau López salvó el segundo tanto local con un duro disparo del brasileño (29’), mientras el balón rondaba el área verdiblanca a menudo. Loren (39’) y Canales (45’) replicaron con tiros sin demasiada maldad.

Empate de Canales en la segunda parte

La segunda parte comenzó con dominio de los heliopolitanos, aunque el ritmo no ayudaba a poner en problemas a la Real Sociedad. El más activo por entonces fue Tello, quien protagonizó la jugada del empate. Una acción de extremo del catalán, habilitado por Lo Celso, fue rematada en el área pequeña por Canales para empatar (56'). El Betis había conseguido lo más difícil.

Un par de complicaciones en la salida de balón dio la oportunidad a Willian José, pero Pau López estuvo atento para evitar el gol (59'). El Betis sufría más de la cuenta atrás dando una sensación de inseguridad preocupante. Setién movió el banquillo con la entrada de Joaquín y Jesé por Lo Celso y Loren (66'). Precisamente el portuense tuvo el segundo en sus botas, tras una gran jugada colectiva, pero no superó en el remate final a Rulli (69').

Sidnei también tuvo su ocasión a reglón seguido (70'). El partido entraba en unos minutos frenéticos y Juanmi respondió en una jugada que nació de un falló de Joaquín (71'). Acto seguido la ocasión fue para Willian José, que la mandó arriba (73'). En esta fase entró al terreno de juego Lainez por Tello, en el tercer cambio bético.

El que no falló fue Oyarzabal, quien marcó tras un certero pase de Juanmi (83'). La jugada partió de una pérdida de Lainez y acabó con la debilidad defensiva bética en una acción que no supieron cerrar entre Feddal y Sidnei. No hubo reacción posible de los verdiblancos, que apenas inquietaron con peligro de verdad la meta de Rulli, más allá de algún escarceo.