Por la cuenta que trae...

Dirán los gurús que si el Betis pierde este jueves ante la Real Sociedad aún tendrá tiempo de clasificarse para Europa. Como las matemáticas existen, pues tendrán razón. Pero sería más o menos como si el que escribe quiere ser astronauta en cinco años. Digo yo que alguien lo habrá logrado en ese tiempo, pero en mi caso es imposible. Y el Betis, este Betis, convertirá su objetivo de ir a Europa es un imposible si no gana en Anoeta. Aunque las matemáticas existan.

Porque el tren europeo no es que vaya a la velocidad de la luz, pero sí a una velocidad de crucero a la que de momento este Betis no llega. Puede montarse en Anoeta, dejar fuera a un rival que aún lo tiene más complicado y mandar un aviso al resto. Está en su mano, en la de los jugadores y en la de Quique Setién, que se juega más que tres puntos.

Parece que el técnico del Betis goza de la confianza plena de los máximos dirigentes menos de Lorenzo Serra Ferrer. Pero ahora el balear no tiene el poder que tenía antes, porque si sólo estuviera en su mano, Setién ya no sería el entrenador del Betis. Pero Setién sigue, de momento, a expensas de que los resultados conviertan la situación en un infierno. Y como pierda en Anoeta ese infierno aparecerá, o eso parece, el domingo ante el Villarreal.

Algunos cambios

Para evitar ese momento, bien haría el Betis en ganar este jueves. Setién medita dar refresco al once, incluso Joel Robles tiene opciones de jugar. Con Javi García y Sergio León en casa, porque no cuentan y huele a quemado ya, el técnico del Betis también podría dar descanso a Lo Celso, que es otro Lo Celso. Pero vuelve Guardado y Setién ya es feliz. Es su hombre clave en el campo.

La Real Sociedad sabe también que su tren no se parará más si no gana al Betis. Aunque las matemáticas aún digan lo contrario, un tropiezo es decir adiós a Europa. Jugarán los buenos, no estará el sevillista Raúl Navas, pero sí William José y Oyarzábal. Mucho peligro para al menos asustarse. Pero el Betis no debe tener miedo. Los cobardes no llegan a nada. Y mucho menos a Europa.