Andalucía, en el pódium para recibir el Ingreso Mínimo Vital

Ante la crisis sanitaria que padece España por la presencia del coronavirus, el país se prepara la crisis económica que se avecina. Para ello, parece claro que el Estado tendrá que apoyar a aquellas familias más afectadas por el desempleo y la introducción de la renta mínima esa una de las medidas. Todo hace indicar que las comunidades que perciban ese complemento en primera instancia serán Andalucía, Extremadura y Canarias.

El Ingreso Mínimo Vital (IMV), tal y como ha apuntado el Ministro Escrivá, será permanente, es decir, no estará vinculado a la crisis derivada del coronavirus, e irá destinado no a personas, sino a hogares. Probablemente, como ha adelantado el propio ministro de Inclusión y Seguridad Social, más de un millón de hogares (de los 18,6 millones que existen en España) serán los beneficiarios. Alrededor de tres millones de personas podrán aprovechar esta medida cuando se ponga en marcha.

Según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), el riesgo de pobreza o exclusión social se sitúa en el 26,1% del total (año 2018), es decir, cinco décimas menos que un año antes.

Tal y como muestra el estudio, según el tipo de hogar, el porcentaje más alto de riesgo de pobreza y/o exclusión social corresponde a uno formado por un adulto con uno o más hijos dependientes (50%); el segundo lugar, a otros hogares con hijos dependientes (33,6%); y en tercer lugar, a los hogares de una persona (25,9%) que, por razones de su propia estructura, no pueden aprovechar las economías de escala, ya que tienen que hacer frente de forma individual a los gastos asociados a la vivienda.

Riesgo de pobreza

Los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital están mayoritariamente en Extremadura, Andalucía y Canarias. Si en el conjunto de España la llamada tasa AROPE se sitúa en el 26,1%, en la primera de esas regiones se alcanza un44,6%; en la segunda, un38,2%; y en las islas Canarias se llega al 36,4%.

La tasa AROPE (At Risk Of Poverty or Social Exclusion, por sus siglas en inglés) contempla los ingresos, pero no el acceso a bienes materiales que se consideran básicos. España no ha cumplido con las previsiones ya que entre an solo entre 2008 y 2014, en plena doble recesión, el número de pobres creció en nada menos que 2,6 millones, pero desde entonces, al calor de la recuperación económica, ese aumento se ha reducido a prácticamente la mitad.