'Tarzán' Sevilla

El Sevilla, con sufrimiento, con un ritmo menor, con un fútbol discreto, con un juego irregular, ha vuelto a ganar. Ha vuelto a sumar tres puntos que lo mantienen vivo. Sí, vivo. En su pelea, en su pelea del día a día, pero también en vivo para seguir buscando objetivos. LaLiga es imposible, obvio. Pero el equipo de Lopetegui, gracias a tres nuevos puntos, se agarra a otra liana. La del título, aunque lejana, la tuvo al alcance durante algunas jornadas, ya se fue. Pero la que sí tiene ante sí por ahora es la del podio del campeonato. A dos puntos del Barcelona, a la espera de lo que haga el Real Madrid, el Sevilla puede seguir peleando por las tres primeras plazas. Más allá del encuentro de este miércoles, jornada ya 36, el mérito de los de Julen es brutal. Tras una semana accidentada como la pasada, se ha vuelto a enganchar a otra pelea. Es el Tarzán de LaLiga, se engancha, se engancha y se vuelve a enganchar, todo sea por no tocar el suelo, al menos aún, por no descender a la superficie de la selva de la temporada. El Sevilla es Tarzán, herido, fuerte, débil... siempre se agarra a la siguiente liana, y ahí está, con objetivos muy vivos en la recta final del curso.

No fue un buen partido, más bien lo contrario, aburrido, salvo algunos minutos. Pero el Sevilla no se dejó ir, permaneció hasta que llegaron 'los refuerzos'. Los cambios de la segunda mitad mejoraron, y de qué forma, al equipo. Sobre todo Fernando, que dio presencia al centro del campo, que mejoró las prestaciones de Gudelj y que, por si fuera poco, fue decisivo, como asistente, en la victoria sevillista. También el Papu y Acuña mejoraron bastante al equipo de Lopetegui, que del minuto 60 al 75 sí dio un buen tono con opciones incluso de marcar algún gol más.

Primera parte para olvidar

La primera parte fue prácticamente para olvidar. Ritmo lánguido, poca chispa, poca velocidad en las transiciones, poco ritmo... El Sevilla quería el control de la pelota, pero también en ese aspecto le costó más. Las ausencias en la medular (Papu, Rakitic, y sobre todo Fernando) se notaron sobre todo en algunas imprecisiones que fomentaban las contras y los robos del Valencia, aunque casi siempre murieran antes de tocar área de Bono. Arriba al equipo nervionense le costaba superar la última o las últimas líneas de defensa del equipo che. Ahí pocos tenían el arrojo, la calidad y la precisión para aclarar el panorama. El que más acierto y valentía tuvo fue Óscar, que desbordó partiendo desde la izquierda en varias ocasiones. A partir de ahí, solo ocasiones poco claras, con Suso y En-Nesyri intentándolo pero con llamativa tendencia errática. Por ello el partido tuvo poco de atractivo en los primeros 45 minutos, salvo un gol anulado justamente a Suso por fuera de juego y un penalti reclamado de En-Nesyri por agarrón de Lato que ni Estrada ni el VAR consideraron suficiente para pitar pena máxima.

La segunda mitad comenzó mal para el equipo hispalense. Perdió el sitio, la pelota, el Valencia se subió a las barbas y hasta tuvo ocasiones, siendo generoso en la expresión. El Sevilla había desaparecido y no era capaz de hilvanar jugadas, dar continuidad al juego. Hasta que intervino Lopetegui. A día de hoy en el Sevilla hay posiciones con niveles muy dispares, ya sea por bajo de uno por alto de otro. El lateral izquierdo, el pivote defensivo son quizás los más pronunciados. Acuña y Fernando mejoraron, y mucho, a Escudero y Gudelj, que además tenían ambos amarilla. También el Papu mejoró al equipo cuando salió. Y poco a poco el Sevilla fue siendo la mejor versión del Sevilla. No duró mucho: 15 minutos, o 20. Pero con eso bastó para que En-Nesyri, bastante fallón durante la tarde, partiera en línea con el culo de un defensor che y evitara el fuero de juego tras la asistencia de Fernando. Luego definió el marroquí con calma.

El Sevilla con la ventaja mínima, tras 10 minutos más de dominio, entró en la zona final del partido, la zona descuento, bastante más temeroso. Le cuestan los descuentos últimamente a los de Lopetegui, y ante el Valencia también. Cedió dos saques de esquina, algún balón al área... que en cualquier caso no evitaron una nueva victoria del Sevilla, que sigue en la pelea, sigue buscando lianas, sigue luchando por avanzar, y avanzar, por no caerse, y ahora mira al podio de LaLiga con la intención de dar un golpe al menos el que esté a su alcance.