Bejarano, de 'rookie' a rival a vigilar tras su debut en Imola
Manu Bejarano se estrenó el pasado fin de semana en la Lamborghini Super Trofeo, la competición monomarca más importante de Europa, con dos cuartos puestos en lo que era su debut oficial en la categoría. A pesar de ser un debutante sus resultados no sorprenden e incluso regresó a casa con un "regusto agridulce" de Imola por la sensación de haberse quedado tan cerca del podio, un objetivo por el que peleará en Paul Ricard, próxima estación del evento, del 2 al 4 de junio.
"Dos cuartos puestos son un gran resultado. Lo hubiera firmado hace unos meses. Eran las primeras carreras en una categoría nueva, pero estando ahí, tan cerca del tercer puesto, se queda una sensación extraña. Agridulce", afirma el sevillano, que se quedó "muy cerca" el sábado de subirse en el cajón: "En la primera prueba tuve un problema con un neumático que se deformó vibraba mucho el coche. Tuve que bajar el ritmo más de un segundo tras el paso por boxes. Me dio rabia, porque en la primera prueba podía haber peleado por el podio, pero así son las carreras. Pensándolo fríamente, son dos grandes resultados", analizó.
Y es que no hay que olvidar que el de Montequinto, único andaluz en parrilla, debutaba en el trazado italiano de forma oficial año volante del Huracán Super Trofeo de Lamborghini. "Tras la primera carrera ya estaba más tranquilo, pero esperando el momento de la primera salida sí estaba algo nervioso. Es el momento más crítico de la carrera, ya que varios coches se colocan en paralelo y se produce un embudo en la primera curva. El fin de semana, en general, fue muy bueno, y me sentí otra vez piloto", indicó.
Bejarano es tercero en la general (16 puntos) por detrás de las parejas formadas por Max Weering y Loris Spinelli (31) y Jean Luc D Auria y Stephane Tribaudini (24). Y es que el sevillano no tiene recambio como otros equipos en la parada obligatoria en boxes y físicamente es un hándicap que llevó "bastante bien". "Sabía que podía aguantarlo, aunque es verdad que en las segundas partes de las carreras se nota. El coche, con casi 700 caballos de potencia, te exige mucho, pero físicamente he trabajado mucho y creo que, con más entrenamiento, puedo acabar incluso mejor las carreras. No va a ser un problema a lo largo del año. Ahora incluso vengo ahora con más pilas", afirma.
Debutante en Imola, en Paul Ricard los rivales ya no lo verán como un simple rookie: "Alguno me preguntó que de dónde había salido. Sin experiencia previa hay que valorar esos dos cuartos puestos. Para la siguiente carrera soy un rival más. Pensaba que ese punto llegaría más tarde por la evolución normal de pilotos nuevos en esta categoría que he visto otros años. Y lo mejor es que aún tengo margen de mejora todavía", apuntó Bejarano, consciente de que ha superado las expectativas. "El nivel es ése. De ahí no puedo bajar ya", indicó ambicioso el piloto sevillano.