Cordón, un 'enamorado' del Betis: "¿Sabes lo que significa para mí? Se me pone la piel de gallina"

Dicen que cuando el Betis te agarra, es imposible escapar. Una pasión que te atrapa y que genera un sentimiento de pertenencia inverosímil para el que no lo vivió desde pequeño. Un amor que no entiende de razas, edades ni fronteras y que sorprende hasta al propio Antonio Cordón. El director general deportivo del club atiende a ElDesmarque y desgrana su lado más personal, el cómo le paran por la calle y alguna que otra anécdota del beticismo.

- Hablamos de su percepción personal del Betis. ¿Desde dentro le ha sorprendido en este tiempo la dimensión social del club?

- Yo vivo en el centro y me encanta vivir allí. El primer año estuvo el covid y no lo vives de la misma forma. Este año ya ha sido de otra forma. Si te digo la verdad, allá donde vamos hay aficionados del Betis, en cualquier país, cualquier hotel, aeropuerto... Es increíble. Esto no me ha ocurrido nunca en otros clubes. La pasión de la afición es impresionante. El crecimiento del club también se debe a esta afición y tiene un potencial incluido más.

Cordón, un 'enamorado' del beticismo

- Alguna anécdota podrá contar...

- Cuento una. El día de la celebración, con 400.000 personas en la calle, yo no fui en el autobús. Fui con mi hijo caminando y fui a celebrarlo con él solo. Ahí realmente me di cuenta de la magnitud de esta afición. Lo ves en el partido pero ves a las personas sentadas, no oyes comentarios... Ahí fue camuflado y como no soy tan conocido podía pasear entre la gente. Después de pasar horas, ver pasar abuelos, padres de familia, niños pequeños, grupos familiares y todos vestidos del Betis.. Le veías felices y eso me llenaba muchísimo. Es algo que me encantó muchísimo vivirlo de esa forma. Esta afición es inigualable.

"Me ha ocurrido que después de ir a un sitio a tomar tapas, levantarme y decirme que estaba pagado. Gente normal, humilde. Se me pone la piel de gallina"

- Este año ha podido disfrutar de la Semana Santa y la Feria. Sevilla tiene un color especial.

- Estoy encantado con la ciudad, hay una sintonía perfecta. Me para mucha gente por la calle para darme las gracias. Me ha llegado a ocurrir que después de levantarme de un sitio de tomar unas tapas me han dicho que estaba pagado, las cervezas con mi mujer. Y no del dueño, de un bético. Me ha pasado varias veces, de gente humilde. Se me pone los pelos de gallina. No es que te lo pague el dueño o alguien que conoces, no. Gente normal, humilde. ¿Sabes lo que significa eso para mí? Se me ponen los pelos de gallina.