El equipo que hace llorar de emoción a Paulista
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Así, el defensa no olvida sus orígenes humildes y las dificultades que tuvo que atravesar en su infancia, por ello siempre que puede ayuda a los niños y les cuenta cómo a base de trabajo logró cumplir su sueño de triunfar en el fútbol europeo. Gabriel no puede evitar emocionarse al compartir sus recuerdos con los aficionados valencianistas a través de VCFplay.
En la entrevista recuerda que cuando se hizo futbolista "primero ayudé a mi familia, que lo necesitaba mucho. Después de eso pensé en los chicos, en ayudarles a quitarles de las drogas, de las cosas malas. Les regalé balones, ropa. Tengo un amigo allí que fue mi entrenador y lo controla todo porque en Brasil el Gobierno no te ayuda, te deja tirado".
"Vi cosas terribles en mi vida"
Su ayuda es económica, pero también presencial. Con el dinero compran balones y equipajes, pero cuando va les da charlas motivacionales a los chavales del Eledy. "En mi época era un balón para cincuenta niños y ahora tienen 20 ó 30. Cuando estoy de vacaciones voy a visitarlos y ver su felicidad hace que me emocione porque sufrí mucho. Hay mucha tristeza, hay mucha pobreza, pero mi pueblo está muy contento. Había muchas muertes. Vi cosas terribles en mi vida. Yo pude ser un delincuente, pero le dije a mi madre que quería conseguir mi sueño de ser futbolista y cumplir con su sueño de tener una casa digna", explica con los ojos vidriosos Gabriel.
"Ahora cuando estoy allí -continúa el central valencianista- entro en el vestuario, un espacio pequeño para 50 jugadores, les hablo de mi vida en Europa y ellos se emocionan y lloran, y yo también lloro porque fueron momentos muy complicados", añade Paulista que ya tiene claro cuál es su próximo objetivo: "Quiero hacer una Escuela de Fútbol, porque ahora hay un campo para 20 equipos".