La llama Europea se mantiene viva de milagro

El Valencia CF  sufrió de lo lindo para doblegar al RCD Espanyol en la jornada 37 de LaLiga Santander. Lo hizo gracias a un solitario gol del veterano Gameiro en un día en el que Voro apostó por los más jóvenes y en el que Dani Parejo, entre otros, se despidió sin jugar un minuto. Con el triunfo y los resultados de los rivales, el Valencia aún tiene una mínima opción de jugar la Europa League

De inicio Voro revolucionó el once quizá el día que menos tocaba, pero la orden de Peter Lim de comunicar a los jugadores que no van a seguir, ha caído como una bomba en ese vestuario. Las caras al llegar no admitían dudas, el proyecto está roto, Peter lo reventó antes de acabar la temporada y estas son las consecuencias. “Es lo que hay”, que dijo el Valencia tras cargarse a Marcelino. Pero bueno, dicho y hecho, contra el conjunto 'perico', Voro puso en liza un once titular en la despedida de LaLiga Santander plagado de jóvenes, que es lo que quiere Meriton, y con Carlos Soler con galones en el medio.

Pancartas fuera y ambiente raro dentro, no sólo por el silencio, sino por las caras, el once, la temporada y todo. ¡Qué raro es ver al Valencia sin Parejo! Si el capitán se va tendría que despedirse sobre el césped. Kondogbia, otro de los señalados, ejerció de capitán y de conductor del juego junto a Soler, el que está llamado a ser el nuevo alma mater del proyecto. Casi nada.

Un Valencia CF bipolar

El Valencia era como cuando empiezas una relación, dubitativo, con tientas, probando cosas nuevas, buscando a Kang In entre líneas, arropando mucho a Correia y Diakhaby para que no la fastidiaran y estirándose poco a poco, lentamente, con dos bandas muy poderosas: Ferran y Guedes. Cuando estos se encuentran con el surcoreano pasan cosas. De hecho, el mejor jugador del mundo sub 20 fue el primero en probar suerte en el 11 y después el de Foios, en conversaciones con el City, se inventó una asistencia magistral para que Gameiro anotara el 1-0 con clase ante Diego López.

Antes, eso sí, a la contra el Espanyol perdonó el 0-1. Wu Lei sólo la lanzó a las nubes. Y es que, apostar por un once tan joven y revolucionario tiene esas cosas: atrás sigues siendo tierno. El caso es que el once de los yogurines ganaba.

El equipo se calmó algo más y en el 25 pudo ampliar la renta. Kondogbia sorteó rivales y desde la frontal se sacó un latigazo que Diego López tuvo que desviar a córner con apuros. Y es que, este Valencia de la nueva normalidad impuesta por Lim es joven, descarado en ataque, pero blando en defensa. Así, en el 35, el deseado Raúl de Tomás debió empatar, pero Cillessen le ganó el mano a mano.

La respuesta fue una nueva rápida contra. Esta vez Kang In la inventó, Gameiro la dejó atrás y Ferran, con toda la portería para él, la tiró fuera.

A sufrir

Tras el paso por vestuarios Voro mantuvo su revolucionario once. El equipo siguió adoleciendo de lo mismo: Contundencia en defensa y, de nuevo, el Espanyol pudo empatar. En el 55 Embarba estrellaba el balón en el palo. El cansancio empezaba a pasar factura y Voro echó mano de Coquelin en vez de Kang In. Más madera para el medio porque el 1-0 era una ventaja escasísima.

Después serían Florenzi  el que sentaría a un acalambrado Thierry Correia y Cheryshev el que diera descanso a Ferran. Sobre el césped, las cosas no mejoraban. El Espanyol, sin demasiado fútbol, se acercaba más al área valencianista. Diakhaby, lesionado, dejó su puesto a Gabriel Paulista y Maxi Gómez en el 76 salía por Gameiro. El charrúa tuvo una nada más salir, pero remató flojo.

Tocaba sufrir, pelear por amarrar un pírrico resultado en un partido irregular y para que nada faltara, expulsó a Jaume Costa por una entrada sobre Embarba. El Valencia iba a acabar con uno menos los seis minutos de prolongación. Hasta un córner fuera de tiempo tuvo que defender el equipo.

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