De la ilusión De Torino a la realidad de Mestalla: la compra a Peter Lim
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Pocas cosas está dejando que merezcan la pena este horroroso 2020 a todos los niveles. La punzada de Maradona, ídolo y referente de juventud, es el descabello, la puntilla a un final de año horrible que abrió Españeta subiendo al cielo y arrastrando en su celestial escalada a Juan Sol, al que hoy todavía merecidamente homenajeamos. Firmo que se acaben ya estos doce meses que nos marcaron y harán que nuestras vidas nunca vuelvan a ser lo mismo. No me pongo más trascendente y bajo al barro de nuestro Valencia, de nuestro día a día y si tengo que destacar algo, resultados al margen, es la aparición y la conformación, al fin, de una oposición real local que busca la venta del Valencia CF por parte de Peter Lim para, de una manera u otra, devolvérselo a los valencianistas.
La aparición en escena de De Torino a Mestalla ha removido conciencias, ha azuzado a los políticos -recuerden las últimas apariciones de Ribó o Sandra Gómez- y también han reabierto bandos y viejas heridas en el valencianismo, señal inequívoca de que duele y que ahí hay trabajo por hacer. Quedarse en que cada uno de los bandos tira para su lado es demostrar al mundo el principal motivo por lo que Peter Lim llegó al Valencia: la desunión y la falta de una apuesta real por el club en el momento que más lo necesitó. Si alguien no quiere unirse y sumar,
Mi solución para que se vaya Peter Lim: 'Savia Nueva'
De todos los escenarios posibles que veo para que Peter Lim se vaya el más utópico y democratizador es el que más me seduce. Es aquel que ya intentaron en 2009 y en 2013 un grupo de accionistas bajo el nombre Savia Nueva, encabezado por el ya tristemente desaparecido Jaume Ortí, y en el que estaban Jaume Part, Chimo Ríos Capapé, Carlo Cicchella, José García Roig y Eduardo Escartí entre otros. Ellos sabían lo que era la ilusión, pero se toparon con la realidad de Mestalla.
Ese germen se tradujo en que después el propio club trató de hacer algo similar con la fallida ampliación de capital de 2009 en la que estaban entre otros José García Roig, reciente fichaje de Martín Queralt, u otros como Vicente Andreu, Javier Gómez o incluso Llorente en sus inicios.
Básicamente lo que se pretendía con este tipo de propuestas es que poniendo un poco de dinero muchos aficionados y accionistas se podía comprar el club y democratizarlo. La fórmula propuesta por Savia Nueva era que, de cada abono pagado por los aficionados, 150 euros se destinara a modo de donación personal a la Fundación del Valencia, para que se fuera devolviendo el préstamo.
Luego se buscaron accionistas que pusieran mil euros, muchos de mil euros... pero tampoco. Apenas se suscribieron 18 o 19 millones de euros de los 92 que hacían falta en aquella ampliación y el club finalmente se vendió a Peter Lim sin obligarle a que firmara por escrito compromisos como la finalización del campo, entre otras cosas. En aquella venta, por cierto, estaban metidas las instituciones y, de aquellos barros, estos lodos.
Sin embargo, sigo creyendo en la fórmula si lo que se pretende es democratizar o devolver el club a los valencianos La otra, la de buscar un comprador así, a palo seco o un fondo de inversión me da miedo, me genera incertidumbre. ¿Será mejor que Lim? ¿Qué querrá aquel que ponga 'x' millones para comprar un club como el Valencia CF? Una lotería vamos. En todo caso, seguiremos informando porque algo hay que hacer, lo que vemos en el club no nos gusta. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia